POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- Cientos de escolares del poblado Don Pedro reciben docencia debajo de una rancheta, donde desafían los vientos y las lluvias, otros en el patio de una vivienda y el resto en el local de un club. Niños de 5 a 14 años de edad reciben la enseñanza en aulas improvisadas en el local del club de Don Pedro, donde los profesores agotan los mayores esfuerzos para hacerse entender en medio de condiciones precarias.
Debido a que se cansaron de esperar la promesa de que la escuela en construcción sería terminada, decidieron repartir los alumnos en tres lugares distintos para impartirles la docencia.
En esta escuela las aulas están dividas por cajas de cartón, lonas y el piso es de tierra.
En el plantel del club fueron habilitadas diez aulas también dividas con cartones y hojas de zinc y el patio de la casa de la señora Fanny de Jesús Blanco, tiene dos aulas que funcionan a la intemperie.
La directora de esa disgregada escuela Rosario Vásquez, lamentó la situación, pero dijo que es mejor que negarles el pan de la enseñanza. Se explicó que esta penosa situación la han contemplado el subsecretario de Educación, Pedro Diep y el gobernador, José Izquierdo, quienes en varias ocasiones han prometido gestionar los recursos para terminar la obra.
Los alumnos ubicados en la rancheta son los que más sufren, porque los rayos del sol les da de frente y cuando llueve tienen que salir corriendo para sus respectivos hogares dijo la profesora Vásquez.