Hoy 
Por ALTAGRACIA ORTIZ
Quiero irme a casa, dijo una niña refugiada en la escuela Virgen del Carmen, del sector La Ciénaga, en el Distrito Nacional.
En ese y los demás refugios, los niños constituyen el segmento más vulnerable, sostienen los epidemiólogos. La otra población expuesta a enfermarse es la de los ancianos y envejecientes.
En este refugio, que aloja a los refugiados de las márgenes del río Ozama, se registraron ayer los primeros casos de conjuntivitis y diarrea.
La vulnerabilidad de la población infantil es evidente en cada rincón del refugio. En medio del calor de un aula de la escuela Virgen del Carmen, una pequeña que se rascaba el cuero cabelludo con frecuencia dijo: lo que quiero es ir a mi casa.
Los niños y los ancianos de esa comunidad reciben a tiempo sus alimentos. En la misma escuela tienen un área para atender los casos primarios.
Tiña en la piel, diarrea, tos, casos febriles y dolores de cabeza son los casos que con más frecuencia recibe la unidad.
Al frente de esa unidad está la doctora Katia Barrera, pero la vigilancia del área corresponde a la doctora Ana María Figueroa, a quien sus colegas definen como una campeona del trabajo comunitario.
Las brigadas de salubristas, algunas acompañadas por el secretrario de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez; el subsecretario Héctor Otero, Nelson Gómez y otros funcionarios, estuvieron recorriendo refugios de Santo Domingo y la zona Sur del país.
Cada refugio es un drama, cada damnificado tiene y cuenta una historia de dolor, mientras los trabajadores comunitarios de salud intentan disminuir los estragos dejados a su paso por la tormenta Noel. Este fenómeno natural afectó al país desde el pasado domingo hasta el miércoles.
Las autoridades mantienen la vigilancia epidemiológica en torno a los refugios ubicados en la mayor parte del territorio nacional.
La tormenta Noel dejó a su paso muerte y destrucción en la República Dominicana. Los epidemiólogos y salubristas han recomendado que se mantenga la limpieza, el agua y que se vacune la población que está cautiva en escuelas e iglesias.
Al día de ayer se habían registrado 79 muertos, 43 desaparecidos.
RECOMENDACIONES
Las autoridades y salubristas insisten en que se hierva el agua y se le ponga cloro a todos los recipientes que contengan agua. Los oftalmólogos insisten en que las personas no se limpien los ojos con el mismo paño.
En caso de que el agua no pueda ser hervida, se recomienda añadir cinco gotas de cloro líquido a cada galón de agua almacenado para consumo humano y esperar 45 minutos antes de ser ingerida.
También se recomienda que para un tanque de 55 galones se le añada una cucharadita de cloro granulado, mientras que para una cisterna de mil galones debe agregarse una cuchara sopera.
Para el consumo de hortalizas se recomienda sumergirlas en un recipiente con agua y agregarle 15 gotas de cloro y luego consumirlas.
En estos momentos debemos repetir hasta la saciedad que las personas mantengan la higiene, que no lancen desperdicios al piso y que el agua contenga cloro, dijo el secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, mientras visitaba un refugio.
Operativo médico
Más de 500 estudiantes de medicina que cursan el pre internado en los diferentes hospitales del país, se integraron ayer a las labores de asistencia médica que lleva a cabo la Secretaría de Salud Pública en los diferentes refugios del país.
Consultarán en las áreas de oftalmología, pediatría, ginecología y medicina general, a través de las unidades móviles «Vida Sana Salud en el Camino.
Desde el lunes pasado las unidades trabajan en Arenoso, Villa Arriba y todo el Bajo Yuna.
