Niños y escuela en peligro

Niños y escuela en peligro

Los derrumbes frecuentes que ocurren detrás de  la Escuela Básica Puerto Isabela, en el sector del mismo nombre, en el Distrito Nacional, exponen al peligro la vida de los  niños que allí reciben docencia.

Angustia García, directora del centro, informó que decidieron cerrar dos aulas y suspender el recreo en prevención de accidentes, como el ocurrido meses atrás en Haití con una secuela trágica;  las  muertes de escolares.

La Escuela Básica Puerto Isabela tiene una matrícula de  485 niños, en las tandas matutina y vespertina, por lo que las profesoras tienen que supervisar de manera permanente que los niños no jueguen en el patio del centro, debajo de la ladera.

García recordó que la madrugada del 25 de septiembre se produjo un deslizamiento de tierra desde lo más alto de la ladera y que no hubo una desgracia porque no fue en horas de docencia.

Todavía ayer,  la puerta del aula número uno estaba condenada, debido a una gran roca que se detuvo en ese lugar la madrugada del 25 de septiembre. Sin embargo, dijo que  a pesar del peligro las autoridades de las secretarías de Educación y las de Obras Públicas no resuelven el problema.

La directora del centro sostuvo que las autoridades de Educación y de Obras Públicas fueron advertidas de la situación, pero que Educación no disponía de 20 millones de pesos que se requerían para  los trabajos.

En tanto que técnicos de Obras Públicas fueron al lugar para hacer el levantamiento, pero hasta ayer no había ninguna reacción con miras a resolver el problema, el cual mantiene en tensión  al persona docente y a la comunidad.

Alertó a las autoridades para que no esperen que suceda un hecho lamentable, ya que  toda la opinión pública  les caería encima al profesorado  por supuesta negligencia, sobre todo después de la advertencia.

Todo indica que para Educación,  20 millones de pesos es mucho dinero para el trabajo que se necesita para resguardar el plantel, “como si la vida de casi 500 alumnos no tuviera importancia”.

La comunidad educativa se levantó indignada porque a casi tres meses del primer deslizamiento las autoridades no han dedicado la atención que requiere un accidente como el descrito.

Ayer fue la primera vez que los profesores comenzaron a ofrecer recreo a los estudiantes, pero por parte, con los profesores colocados como defensa, pero aun así algunos llegan próximo al  peligro.

La escuela está a pocos metros de la planta del Metro de Santo Domingo, encima del barranco.

Esta denuncia se constituye en un llamado para las autoridades.

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