Nitrógeno: el futuro del etanol de EU depende de fertilizantes extranjeros

Nitrógeno: el futuro del etanol de EU depende de fertilizantes extranjeros

Por Kevin Morrison
Hay una valla en Estados Unidos que muestra a un agricultor estadounidense junto a la fotografía de un jeque árabe del petróleo con el pie: “¿A quién usted quiere comprarle gasolina?”

Su intención es promover el etanol producido a partir del maíz, como parte de un movimiento a favor de la independencia energética.

La ironía está en que EEUU tendrá que depender en gran medida de los fertilizantes nitrogenados para expandir su producción de maíz, y muchos de estos son suministrados por los mismos países de los cuales el país ansía reducir su dependencia energética.

Se pronostica que EEUU, este año, expandirá los terrenos dedicados al cultivo de maíz en la mayor cantidad en que lo ha hecho en un siglo lo cual, según estimados de los comerciantes, requerirá un millón de toneladas adicionales de fertilizantes.

Es ese volumen enorme lo que algunos comerciantes estadounidenses dicen que podría dejar corto al mercado de EEUU, puesto que a los productores del Golfo les está resultando difícil mantener el paso de la demanda creciente.

Los precios de los fertilizantes producidos a partir del petróleo siguen en alturas récord. Se estima que EEUU gastará una cifra histórica de US$1,6 millardos este año en importaciones. Dado el esperado incremento de la demanda de fertilizantes este año, algunos comerciantes esperan que los mercados de fertilizantes de EEUU se vean tensos, y que los precios suban más todavía.

“Creo que podríamos tener un año interesante. Tenemos que la demanda aumenta con más rapidez que los suministros, y eso solo puede significar una cosa: precios más altos”, dijo un negociante de fertilizantes.

Andrew Prince, consultor principal de British Sulphur, una consultoría, dice que los precios de los fertilizantes basados en el nitrógeno se espera que promedien cerca de US$365 millones la tonelada este año, más que el promedio del año pasado de cerca de US$270 millones.

Esto contrasta con los cerca de US$100 millones a comienzos de la década, cuando EEUU suplía la mayor parte de sus propias necesidades.

EEUU ahora necesita importar este tipo de fertilizante tanto como las plantas petroquímicas que producen úrea, un compuesto que contiene nitrógeno, que fueron cerradas cuando los precios del gas natural se dispararon en 2003 hasta alturas que fueron récord entonces. La úrea se fabrica a partir del amoníaco, un derivado del gas natural.

Prince dice que la producción de úrea es un negocio de bajo márgen y solo los productores de gas natural o petróleo a más bajo costo pueden mantenerse en el negocio, cuando los precios de ambas materias primas suben. El Oriente Medio y Rusia cuentan con las mayores reservas de gas del mundo.

En realidad, compañías de EEUU han estado ayudando a financiar y construir plantas de nitrógeno en el extranjero, en la medida que los productores locales se han visto apremiados por costos operativos más altos. Las compañías estadounidenses también han trasladado algunas de sus plantas hacia Trinidad y Tobago, donde las reservas de gas han generado un sector petroquímico que incluyen instalaciones para producir amoníaco.

El Export-Import Bank de EEUU ha contribuído con el financiamiento de una planta de amoníaco en Egipto, que está siendo construída por Kellogg, Brown y Root. Hasta algunos enemigos políticos de EEUU están incrementando su capacidad para producir amoníaco y úrea, e Israel, el año pasado, abrió instalaciones con capacidad de producir hasta 1.08 millones de toneladas de úrea al año.

De acuerdo con los datos del Geological Survey de EEUU (USGS), EEUU importó 21% de sus necesidades de úrea de Qatar y Arabia Saudita en 2005. USGS también pronostica que cualquier nueva planta productora de amoníaco se construirá fuera de EEUU. Estima que se construirán capacidades para cerca de 3,2 millones de toneladas en Brasil, Egipto, India y Venezuela, a finales de 2009.

Prince dice que en lugar de disminuir la dependencia de fuentes de energía extranjeras, EEUU está creando un gran mercado de exportación para los exportadores de úrea, cuando ya responde por el 90% de las importaciones que se usan principalmente como fertilizante.

A comienzos de la década, EEUU era en gran medida autosuficiente en los suministros de úrea.

“La idea de que producir etanol va a cambiar la dependencia de EEUU de las fuentes externas de energía, es falsa, puesto que todavía tendrían que importar el nitrógeno de alguna parte, porque no lo pueden producir por sí mismos”, dice.

El incremento en las tierras dedicadas al maíz se espera que se produzca a expensas de la soya. La soya no requiere fertilizantes nitrogenados.

Cuando se espera que EEUU incremente más las extensiones dedicadas al cultivo del maíz los próximos años para elevar el suministro para el consumo de etanol de producción local, EEUU podría hacerse más dependiente de los suministros de fertilizantes nitrogenados. Y el país no tiene planes de reabrir las plantas que cerraron a comienzos de la década.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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