No a la barbarie

No a la barbarie

Que nadie lo dude, hoy la prensa dominicana tiene una terrible pérdida con el cierre de un diario y semanario emblemáticos; se trata de Clave Semanal y Clave Digital. Nos ha consternado la noticia, no simplemente porque ese medio fue forjado por grandes amigos a quienes respeto y admiro, como su Director Fausto Rosario, su jefe de redacción Gustavo Olivo, y muchos colegas periodistas de quienes he aprendido mucho y a quienes aprendí a estimar como humilde articulista que hasta ayer fui de esos medios.

Me unen a Fausto y a Abraham Hazoury una vieja y cálida  amistad, afectos profundos que sólo el tiempo produce y fortalece. Pero dejando la emocionalidad a un lado, claramente la ausencia de CLAVE de nuestra vida diaria afectará el  panorama democrático y debe producir, en todos los que de alguna forma estamos involucrados en los debates sobre los problemas de la vida pública, una seria preocupación.

Para nadie es un secreto la amenaza de muerte a Fausto Rosario como se aprecia en los periódicos, amenaza que lamentablemente coincide con el cierre del medio que dirigió.  Esto es un hecho que debe preocuparnos. La reunión en Palacio de amigos periodistas prominentes (Juan Bolívar Díaz, Jean Michel Caroit y Fernando Hasbún) y Fausto Rosario con el Presidente Leonel Fernández  prueba la gravedad de la situación. Tan es así que el propio Presidente Fernández dio instrucciones al Jefe de la Policía dándole responsabilidades en la preservación de la vida de Fausto.

Pienso que la situación creada constituye una seria amenaza contra las conquistas democráticas del pueblo dominicano, tras décadas de lucha y el sacrificio de al menos dos generaciones de dominicanos y dominicanas.

En ese proceso de construcción de nuestra todavía precaria democracia, la prensa dominicana ha jugado un papel prominente, lo que en el pasado produjo la desaparición de periodistas como Narciso González, la muerte ruin de Orlando Martínez, atentados contra periodistas insignes como Juan Bolívar Díaz, e incluso actos terroristas contra medios de heroica entrega a la causa democrática, como el perpetrado contra la Revista ¡Ahora!

No podemos permitir que ese pasado de barbarie, oscuridad y miedo se reedite. Esto tiene que frenarse comenzando por una masiva solidaridad con Fausto Rosario, con su hoy cerrado medio –CLAVE- y con la propia prensa dominicana, la que, a pesar de la existencia de muchos periodistas vendedores de cuartillas y la cortesanía veleidosa reinante, persiste como una prensa libre, comprometida con la defensa de nuestra democracia.

Lo que ha ocurrido debe conducirnos a la reflexión, pero sobre todo a fortalecer nuestras convicciones democráticas, como ciudadanos y ciudadanas que asumimos un principio simple: la lucha contra el autoritarismo y la barbarie es la lucha contra sus autores.

No olvidemos jamás que la democracia se sostiene con demócratas y esto supone un compromiso ciudadano que nos obliga a defender lo que con tanta sangre sudor y lágrimas ha construido la nación dominicana.

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