No al chantaje de los transportistas

No al chantaje de los transportistas

Los transportistas de cargas y pasajeros son empresarios muy especiales, funcionan en base al monopolio, tienen poder económico y poder de chantaje sobre los gobiernos y todos han cedido a sus presiones; así desde los gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer hasta nuestros días han sido unos rentistas del estado beneficiándose de exoneraciones impositivas y aduanales para las unidades, préstamos que nunca amortizaron, subsidios al combustible y hasta dinero por debajo de la mesa para evitar paros.
El ejemplo del poder de ese sector empresarial lo tenemos en Fenatrado, una asociación de propietarios de equipos de transporte de carga, que ha convertido este negocio en uno altamente rentable porque ha impuesto un monopolio al resto del sector empresarial que no puede contratar libremente el transporte de carga desde y hacia los muelles e incluso no pueden usar sus propias unidades so pena de que sean destrozadas y tiroteadas porque estos señores son expertos en materia de violencia, solo baste recordar que su pasado presidente, Blas Peralta, cumple 30 años de prisión por el asesinato del exrector de la UASD el Dr. Mateo Aquino Febrillet.
Una sentencia del Tribunal Superior Administrativo dio ganancia de causa al CONEP en materia de permitir la libre contratación del transporte de carga, sin embargo esa sentencia se ha convertido en letra muerta porque las autoridades han sido incapaces de romper el monopolio de Fenatrado, aún más, en reciente reunión del ministro Gustavo Montalvo y otros altos funcionarios con estos señores, uno de los puntos fue crear una comisión para que el empresariado y Fenatrado acuerden la tarifa mínima, vale decir el gobierno acaba de “santificar” el monopolio del transporte de carga que es uno de los tantos factores que afecta la competitividad.
En el caso de los transportista de pasajeros se trata de diferentes organizaciones que agrupan a ricos empresarios que son los dirigentes, como el caso de Antonio Marte o Juan Hubieres, pero también tienen como afiliados a propietarios individuales de vehículos. Estos poderosos empresarios disponen del monopolio de las rutas y han podido históricamente subir el pasaje o disminuir las rutas aunque ahora la nueva ley de tránsito lo prohíbe.
En la actualidad ambos sectores han colocado al gobierno a la defensiva con la amenaza de paros que pueden afectar la economía con el impedimento del movimiento de cargas y de los pasajeros. En el fondo, a estos señores no les importa en absoluto el tema de los precios de los combustibles, lo que pretenden es el restablecimiento del subsidio de tres mil millones de pesos anuales al gasoil y que sirvió para obtener pingues beneficios vendiendo el subsidio a empresarios dedicados a la importación de combustibles.
La única salida es hacer cumplir la ley y la Constitución, aplicar la sentencia del TSA y establecer el libre transporte de mercancías, que los empresarios negocien con Fenatrado o con quien quieran o que usen sus propias unidades y en el caso del transporte de pasajeros romper con el monopolio de las rutas, fortalecer a la OMSA, hacer estudios de origen y destino, para crear nuevas rutas como la de la Av. Abraham Lincoln, aunque debió ser con unidades más pequeñas; crear las rutas alimentadoras del metro y del teleférico. A mediano y largo plazo construir más líneas del metro y todo ello no solo para el Gran Santo Domingo, sino también otras soluciones colectivas para las principales ciudades. Con el libre transporte de las mercancías y la colectivización del transporte rompemos el poder de estas federaciones y el país gana en competitividad y que los de más bajos ingresos, incluyendo la golpeada clase media, disfruten de un transporte barato y eficiente.

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