La no aprobación en el presente año del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica por parte del gobierno de los Estados Unidos, coloca al país en mejor posición para maniobrar para enfrentar el problema actual de sus finanzas públicas, a la vez que permitirá a los sectores productivos ganar tiempo, se informó ayer.
Legisladores del Partido Republicano dan por un hecho que el TLC no será aprobado por el Congreso estadounidense en el presente año, por ser un período electoral.
Si el Congreso de los Estados Unidos aprobara este año el TLC con Centroamérica, la reforma impositiva que se vería obligada a ejecutar la República Dominicana sería mucho más profunda, ya que habría que compensar una suma signitiva de ingresos que se dejarían de percibir por concepto de las importaciones provenientes de los Estados Unidos.
Algunos estiman que la reducción de ingresos por importaciones estadounidenses podría alcanzar los 6,000 millones de pesos al año, en el caso de que fuera aprobado el TLC.
Si al déficit fiscal actual, se le agregara compensar los ingresos que el país dejaría de percibir por concepto de las importaciones provenientes de los Estados Unidos, una vez entre en vigencia el TLC, la reforma impositiva tendría que ser más profunda, en momentos en que la economía dominicana ha sufrido una significativa caída.
Ayer dos congresistas republicados (Jonh Corning, de Alabama, y
Richard Shelby, de Santo Antonio, Texas) adviertieron en Costa Rica que será muy difícil que durante el presente año electoral el TLC con Centroamérica sea aprobado por el Congreso de los Estados Unidos.
La República Dominicana logró el 15 de marzo del prsente año adherirse al TLC entre Estados Unidos y Centroamérica.
Se espera que si las elecciones en los Estados Unidos son ganadas por el candidato demócrata, Jonh Kerry, el TLC con Centromérica podría ser renegociado, porque así él lo ha prometido.
Si éste fuera el caso, la aprobación del TLC con Centroamérica y, en cosecuencia, con la República Dominicana, podría tomarse mucho más tiempo.
Esto sería bien visto por sectores productivos locales, que en principio estuvieron solicitando una posposición de la entrada en vigor del TLC con los Estados Unidos para el año 2007, debido a que en el entorno económico actual a esos sectores les resultaría muy difícil competir.
Si el acuerdo con Centroamérica fue renegociado, y lo mismo ocurriera particuarmente con el de la República Dominicana, adherido a aquél, podría producirse cambios en lo que se había acordado.
Esto así porque también la República Dominicana tendrá un nuevo presidente, el doctor Leonel Fernández, quien ha sido un crítico del TLC negociado con los Estados Unidos.
Fernández ha sostenido que la República Dominicana no ha ganado con la negociación del TLC con los Estados Unidos, ya que el país tiene lo que negoció y «pone en riesgo lo que tenemos».