No crucifiquemos a Jorge Mera

No crucifiquemos a Jorge Mera

El Lic. Orlando Jorge Mera es el hijo del ex Presidente Salvador Jorge Blanco, que al igual que su venerado padre decidió hacer carrera política en el glorioso Partido Revolucionario Dominicano, logrando escalar en dos ocasiones la importante posición de secretario general.

Jorge Mera es un joven de profundos principios cristianos,  conciliador casi por naturaleza, respetuoso y decente, que no le gusta la confrontación directa, pero que el destino y las circunstancias  actuales de su partido lo han empujado a un enfrentamiento que le resulta desagradable y desgarrante. Nadie duda de su integridad,  su buena fe y  entrega  a la causa del PRD y  se le vio participando de lleno en la campaña del candidato  Hipólito Mejía, a pesar de que estaba consciente de que los resultados serían desfavorables, por los errores, decimos nosotros, que se cometieron y por la embestida gubernamental. 

Después   el PRD queda atrapado en una pugna   en la cual Jorge Mera tiene que asumir posición, desatándose críticas tales como desleal y  pusilánime de manera implacable  porque según sus críticos debía actuar como una especie de marioneta de Miguel Vargas Maldonado, quien lo llevó a la secretaría general de esa entidad.  Personalmente, tenemos el firme criterio de que más que la no integración de Vargas Maldonado a la campaña de Hipólito, las causas de la derrota   son otras y deben ser evaluadas al margen de la pasión.

El Lic. Orlando Jorge Mera como dirigente político no puede ser una especie de esclavo de pasados favores, él tiene derecho a la independencia y la autonomía de criterio, esté o no equivocado. Las grandes decisiones generan controversia como ocurre en esta oportunidad.

No crucifiquemos a Jorge Mera, porque tal ensañamiento denota un canibalismo político que el país debe superar.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas