Nuevamente los dominicanos tuvimos la oportunidad de escuchar las ponencias de los candidatos presidenciales que compiten en el presente proceso electoral, gracias al Grupo de Comunicaciones Corripio, que entendió que el pueblo debe contar con mayores insumos para tomar la importante decisión de elegir el mandatario de la nación el próximo 20 de mayo. Es bueno recordar que ese mismo escenario fue puesto a disposición para la realización del debate que organizaba la ANJE, pero debido a que Hipólito Mejía no confirmó su asistencia, fue necesario suspenderlo. La magistral conducción de estos encuentros hizo que los candidatos mostraran no solo lo mejor en algunos, sino también lo peor en otros. La inquisidora experiencia periodística de esos históricos encuentros ha permitido que el pueblo dominicano entienda una vez más, a lo que José Martí, apóstol de la independencia cubana, se refería cuando dijo: “No debe gobernar el que no tiene la capacidad de convencer”.

Cuando hablamos o escribimos, descodificamos nuestros pensamientos y los convertimos en estructuras fónicas o gráficas que nos permiten transmitir los conceptos previamente concebidos por nosotros, en las mismas condiciones que están colocados en nuestra mente. De hecho, el mismo Jesús habló sobre eso cuando dijo: “de la abundancia del corazón habla la boca”, y es que una vida llena de deseos de venganzas y carente de elementos epistemológicos, hablará mucho de lo primero y cantinflará mucho por lo segundo.

Las opciones electorales están claras y el posicionamiento de las mismas también. Un camino representa el cambio seguro que necesita la nación para enfrentar los retos globales que nos esperan y el otro ya es conocido y sigue siendo malo, tal y como lo atestigua la historia.