Este es un tema que me indigna, y me crea tanta angustia como a ellos mismos cuando los maltratan. ¿Por qué es tan difícil entender que los animales también son seres que deben ser respetados y tratados como se trata a las personas? Actualmente, se ha logrado con la Ley No. 248-12, de Protección Animal y Tenencia Responsable en la República Dominicana, que el maltrato animal sea considerado un delito, pero aún nos queda muchísimo por recorrer, mucha conciencia por parte de las mismas autoridades que regulan el orden público (porque muchas cosas pasan en sus ojos, y son los primeros que no son capaces de identificar cuando hay un tipo de abuso o conducta inadecuada con el animal), así como del cumplimiento estricto de esas consecuencias ante este tipo de actos, que deben pesar para que de verdad quieran evitar vivirlas.
Ahora bien, es importante estar claro que evitar el maltrato hacia los animales está en nuestras manos, en las manos de la propia sociedad, aunque no seamos los culpables de forma directa podemos hacer mucho para reducir esta situación. Y una manera de conseguir este objetivo, es enseñar a los niños desde bien pequeños autocuidado, empatía y responsabilidad. El autocuidado comprendería enseñarles a cuidarse su propio cuerpo para que reconozcan que lo que les duele, también les duele a los animales. La empatía para interpretar que quieren, lo que les gusta y lo que no a nuestras mascotas, a pesar de que no puedan hablar y, por último, enseñarles la responsabilidad de tener una mascota en casa, ya que hay que darles atención, compañía o cubrir sus necesidades.
Debo mencionarles que muchas veces el maltrato animal es causado porque las personas quieren sentirse superior a estos animales y tratan de hacerlo mediante el maltrato, esto causa el estrés del animal y muchas veces hasta su muerte. Estos animales son maltratados de manera directa o indirecta, pero ambas influyen en sus vidas, así como también influye en las vidas de la personas, ya que un niña que observe un maltrato animal puede crearse un trauma psicológico.
Los Animales son seres inofensivos pero que nos brindan compañía, alegrías y hasta nos enseñan con su comportamiento muchas cosas. De hecho, en muchas ocasiones nos dan aliento y son nuestro más gran ejemplo a seguir. Pero existen lastimosamente “personas” si así se les puede llamar, de baja autoestima, que no valoran la vida de los demás, que por su comportamiento irracional hacia criaturas tan inocentes como los animales, los lastiman hasta la muerte, la mayoría de veces por diversión o en otros casos por desahogarse.

Hay otras tantas que no lo hacen a propósito, o al menos, no consciente ni intencionalmente, sino porque fueron educados en una sociedad profundamente antropocéntrica y especista, es decir, que encasilla a los animales como «cosas insensibles» y que no tienen validez moral, por lo tanto, actúan en consecuencia. Estas personas no se dan cuenta de lo que hacen, ni mucho menos, reflexionan sobre ello. Con los animales no humanos «siempre se ha hecho así» y por lo tanto, no importa cuestionarse qué o cómo hacemos con ellos, y esto es muy común verlo todavía en personas de los campos. «Los animales no sienten, y «si es que sintieran», sus sentimientos no importan ni son relevantes; por lo tanto tampoco importa mucho lo que hagamos con ellos». Aquí entran los casos de negligencia, es decir, en los que se falla al proveer a un animal de sus requerimientos más básicos de alimentación, agua, refugio y cuidados veterinarios. También hay negligencia cuando se desconocen, ignoran y por lo tanto, no se tienen en cuenta, las necesidades psicológicas y emocionales de los animales.

Me gustaría exhortarles que estén en contra del maltrato y abuso animal, un crimen que muchas veces pasa desapercibido en la sociedad actual totalmente corrompida, que ve esto como una acción normal, pero no debemos resignarnos y asumirlo como que es el pan de cada día, y no intentan hacer nada, denuncien cuando conozcan un hecho de estos. Solo así, pudiéramos tener un mejor mañana también para nuestros animales.