No desoigan el descontento

No desoigan el descontento

BIENVENIDO ALVAREZ VEGA
Para todo el día de hoy está convocado un paro nacional para protestar por los males harto conocidos, para reclamar del gobierno un cambio en su política económica, un aumento de salarios y una reforma a la ley que grava los combustibles derivados del petróleo.  Como suele ocurrir en situaciones como ésta, la opinión pública se divide entre quienes apoyan y entre quienes rechazan este tipo de acción. Y el gobierno suele  –es el libro que siguen todos–  restarle legitimidad al paro diciendo que el mismo responde a razones político-partidarias.

Aún no estemos con este paro nacional –lo que en este caso es así–,  debe subrayarse que la sabiduría política aconseja que el gobierno no debe concentrar su reacción única y exclusivamente a tratar de restar méritos, validez y oportunidad a los reclamos, a las demandas de cambios y al paro como tal. El gobierno está llamado a considerar por qué surgen estos movimientos y encuentran algún eco en sectores de la población.

Hay un hecho cierto: en la sociedad dominicana de nuestros días hay razones de sobra para protestar, reclamar, pedir y demandar al gobierno. Basta con salir a las calles y mirar para todos los lados para darnos cuenta de una ausencia visible de servicios públicos, y si hurgamos un poco más caemos en la cuenta de las enormes deficiencias y ausencias de políticas estatales eficientes en la salud pública, en la educación, en la burocracia estatal, en la protección a los más débiles, etcétera.

Las encuestas de opinión pública vienen mostrando, una y otra vez, la insatisfacción de la gente en casi todas las áreas de la administración pública. Esos mismos sondeos también revelan, de forma sistemática, el clamor de los ciudadanos para que el gobierno atienda con más presteza y con mayor cantidad de recursos todos aquellos asuntos y ámbitos donde requiere una acción más diligente y donde ha identificado mayores necesidades.

    La administración del PLD, renuente a que los ciudadanos hagan reclamos públicos y pongan en cuestión las políticas puestas en marcha desde el Palacio Nacional, siempre responde diciendo que la economía está en franco crecimiento. Este hecho es innegable y es un logro que data de hace 50 años, y que todos debemos luchar por mantener. Sin embargo, también debe reconocerse que hace falta más, que el crecimiento económico por sí solo no es suficiente.

La economía dominicana carece de los dispositivos necesarios para que el fruto de su riqueza y de su crecimiento llegue a todos los sectores sociales y poblacionales. La mejor prueba de esta afirmación es que más de 50 años de crecimiento continuo no  han bastado para eliminar la pobreza, ni siquiera para evitar que llegue a ser tan amplia y tan abyecta como la nuestra.

La administración del PLD y del ciudadano Presidente Fernández debe tomar conciencia de ese hecho y armarse de valor y de inteligencia para cambiarlo de arriba abajo. Esta es la lectura que a nosotros nos parece correcta de esta convocatoria a huelga nacional. En la sociedad dominicana hay demasiadas carencias e iniquidades, son muchos los millones de personas que viven en una miseria sin límite, con ausencia de las cosas más elementales de una vida mínimamente digna.    

El gobierno tiene que zafarse de su estética ineficaz, y mirar hacia abajo y hacia los lados. Los ciudadanos y ciudadanas necesitan y reclaman un gobierno que resuelva sus cotidianidades. Ojalá que no se desoiga el descontento.

bavegado@yahoo.com   

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