No destruirá misiles

No destruirá misiles

MANAGUA (AFP).- El jefe del Ejército de Nicaragua, general Javier Carrión, rechazó este jueves la petición de Estados Unidos, avalada por el Presidente Enrique Bolaños, de destruir un arsenal de 2.000 misiles tierra aire SAM-7 por temor a que caigan en manos de grupos terroristas o irregulares.

«Respetamos las políticas del Gobierno respecto a definiciones de ciertas áreas de la defensa, pero este tema (de los misiles) va más allá de un gobierno», dijo Carrión a la prensa, tras una inspección a las tropas que están entrenando para viajar a Irak.

Carrión se refirio al tema de los misiles a propósito de la presencia en el país de una misión del Gobierno de Estados Unidos, para verificar «in situ» la seguridad de los almacenes que resguardan los misiles Sam-7.

La destrucción de esas armas es una demanda de Estados Unidos, que fue avalada por el Presidente Bolaños el pasado 11 de noviembre.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, instó al Gobierno de Nicaragua, el 3 de noviembre en Managua, a destruir los misiles Sam 7 del ejército nicaragüense por considerarlos «un peligro potencial» para la seguridad la región centroamericana.

La misión norteamericana está encabezada por el funcionario de la Oficina de asuntos político-militares del Departamento de Estado, Mark Adams, quien visitará los almacenes tras reunirse el miércoles con Carrión y otros funcionarios del Gobierno.

«Le hemos dicho a Estados Unidos que si mantiene siempre sus preocupaciones por los misiles, vamos a hacer un tipo de avance (reducción) estudiado por el Ejercito y el Gobierno, pero que no estamos de acuerdo en la destrucción total de misiles, ese tema va mas allá de mi mando», apuntó Carrión.

El jefe del Ejército dijo que este año van a presentar una propuesta sobre delimitación de armamento, incluidos los misiles, dentro del «balance razonable» de fuerzas en Centroamérica.

Nicaragua presentará su propuesta a la región, y si en diciembre hay consenso, en el 2005 «elaboraríamos la tabla de balance razonable. Todo el armamento: desde una pistola hasta el cañón y el misil va dentro del marco de balance razonable de fuerzas», indicó el general Carrión.

Adicional a esta acción, Carrión planteó impulsar una discusión nacional con los poderes de Estado y sociedad civil para delinear una política de defensa nacional «no del gobierno» y del consenso que se obtenga «se determinará la suerte ulterior de los misiles».

«No estamos presionados por nadie, estamos trabajando a conciencia (…) que esté seguro el pueblo de Nicaragua que el Ejército aspira a tener un mínimo de defensa antiaérea, lo suficiente que sea capaz de defender la soberanía», recalcó.

El jefe militar se reservó la cantidad considerada como «mínima» la que deberá establecerse en relación a la capacidad de enfrentar cualquier amenaza aérea, tanto en un conflicto clásico, emergente, terrorista o del narcótráfico.

La misión estadounidense fue invitada por el Gobierno para iniciar nuevos contactos después de la visita del secretario de Estado, Colin Powell en octubre pasado, pero «no hay compromisos previos» respecto al tema, explicó Carrión.

El jefe militar insistió que Nicaragua, requiere un número muy mínimo de misiles para garantizar la defensa antiaérea en caso de acciones emergentes, terroristas o del narcotráfico que utilicen la aviación para atacar aeropuertos u otros objetivos.

El pasado 11 de noviembre, el Presidente Bolaños abogó por la destrucción de los misiles rusos SAM-7, debido a la preocupación de Estados Unidos tras los atentados del 11 de setiembre.

«Estamos comprometidos a luchar en contra del terrorismo (…) De repente, puede salir un loco y agarrar ese depósito (de misiles) y en lo que va levantando vuelo un avión de American Airlines o de TACA dispara y perjudica a Nicaragua», dijo entonces Bolaños.

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