No dice la verdad

No dice la verdad

El embajador de Israel en nuestro país, Yoar Bar-On, concedió una breve entrevista a Diario Libre publicada el 05 del presente mes, en la cual no refleja la verdad de cuanto ocurre en Palestina.

El título de la entrevista es una declaración del diplomático: «La violencia acabará si educamos para la convivencia», y convivencia es la que precisamente Israel ha rechazado de manera pertinaz inclusive cuando el Estado de Israel era un proyecto, desde cuando simplemente era el yishuv.

Desde muy temprano, con los auspicios primero del barón Rotschild usando como instrumento a la Agencia Judía, israelíes fueron comprando tierras a palestinos vendida a precio vil, y durante el mandato británico, que asumió en 1917 el relevo del imperio Otomano que dominó a toda Palestina desde 1517, células terroristas judías organizadas en el Stern y el Irgún desperdigaron la incertidumbre y el pánico entre la población palestina, que al año 1948 era de 1,300,000, mientras la población judía en Palestina apenas llegaba a 300 mil, conforme cifras suministradas por el doctor Walter Pinner en su obra How Many refuges.

La fundación del Estado Judío el 15-04-48 mediante la resolución 171 del 29-11-47, fue una consecuencia de la necesidad de Estados Unidos disponer de un enclave favorable a su hegemonismo, e introducir una cuña de poder que no fuera ocupado por su entonces rivalidad frontal con la URSS, potencias vencedoras de la II Guerra Mundial junto a Gran Bretaña y Francia, y un triunfo del presidente Harry Salomón Truman.

En el Primer Congreso Sionista efectuado en 1897 en Basilea Suiza, y presidido por el doctor Teodoro Hertzl se enunció por primera vez organizar un hogar nacional judío en Sudán ó en La Patagonia de Argentina, y se omitió Palestina.

El embajador Yoar Bar-On endosa al terrorismo el problema fundamental por el cual no se vislumbra una avenencia entre palestinos y judíos, hermanos de sangre por la heredad de Abrahán, pero el terrorismo que alude el diplomático es una acción nacionalista desesperada de los palestinos, ante la ocupación permanente del Tzahal (Ejército) israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza, que son los territorios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), acordada en la Conferencia de Oslo, Noruega, de 1993, refrendada por el entonces premier Yitzak Rabin y el rais Yasser Arafat, y que Israel no ha honrado, como tampoco ha honrado ni una de las resoluciones de las Naciones Unidas para procurar una avenencia y sellar la paz en Palestina.

Inclusive la Hoja de Ruta, que es un plan maestro diseñado por el presidente George Bush jr. en junio de 2002 para formalizar una paz honorable, decente y definitiva en Palestina, ha sido boicoteada pertinazmente por el premier Ariel Sharón, respaldado por la miopía de su partido Likud, que cree en un Gran Israel hurtándole tierras a los palestinos, contrario al Parido Laborista, que interpreta trocar tierras por paz, consecuencia fundamental por la cual fue asesinado por Yigal Amir el premier Rabin. (Yigal Amir es un extremista judío como proliferan muchos en Israel y fuera de Israel).

La construcción de un muro infame de 286 kilómetros para separar a Israel en una amplia zona de los palestinos y que en realidad es un hurto a tierras de la ANP, es otro factor de complicación, uno de tantos, que asume Israel para alejar la posibilidad de formalizar la paz con los palestinos, muro que ha sido rechazado por la ONU, la Unión Europea e inclusive por el presidente Bush.

La solución al problema, como en una sola vez exaltó la verdad el embajador israelí, estriba en la educación, que deben mostrar los israelíes en retirarse de los territorios de la ANP, porque nadie puede hablar de paz con su casa ocupada por un extraño, y es lo que exige la lógica, el presidente egipcio Hosni Mubarak, el rey Abdullah II de Jordania, el rey Fahd de Arabia Saudita, los tres, socios de Estados Unidos, y el Estado Judío no obtempera esos reclamos.

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