En la cátedra Magistral que tuvimos hace dos semanas en la Academia de Ciencias, los psiquiatras doctores Pedro Pablo Paredes y Enrique Silié Valdez comentaron la disertación nuestra esa noche. En verdad que fue un encuentro de gran dilección, con la participación de un público selecto, donde se defendieron varias posiciones en lo neurológico, psicológico y conductual.
Defiendo que la palabra es el elemento que ha hecho superior al hombre en la escala biológica y lo planteaba cuando dije: ¨ En una revisión simplista de las áreas del lenguaje, pudiéramos decir que el área dominante para el lenguaje está en el hemisferio izquierdo (en el 97% de las personas) el área de Broca, situada en el lóbulo frontal del cortex para la producción del lenguaje, y el área de Wernike, en el lóbulo temporal, para comprender las palabras. Como el enunciado también tiene un tono emocional, que en el hablar se llama prosodia. La prosodia es generada en regiones del hemisferio cerebral, pero en el derecho, se corresponderá con áreas similares a ambas. Podemos decir que, ontogénicamente el mundo propio de cada individuo se desarrolla por el estímulo del mundo exterior. Cuanto más se desarrollará nuestro mundo íntimo, tanto más se abra al mundo exterior. Imagen en espiral, donde la narrativa ocupa el lugar preeminente, es esa catálisis cruzada entre esos dos mundos, y hace que esto conduzca a lograr una persona plenamente desarrollada. Siendo la narrativa, como enunciado complejo del lenguaje, la forma de expresión humana más estimulante, y es el marco ineludible de la experiencia cerebral humana.
El Dr. Pedro Pablo Paredes Vallejo es uno de los más prominentes psiquiatras del país, egresado del prestigioso Instituto de Psiquiatría británico, ha demostrado ser uno de los neurocientistas más capaces del país. Es, por encima de todo, mi compadre, en conclusión, somos unos fraternos. Él, amablemente, al iniciar el turno de los comentarios, dijo públicamente que disentía de mis juicios, sustentando que no era la palabra lo que nos diferenciaba y hacía superiores respecto de los animales, sino que era la conducta, el comportamiento, lo que había hecho al hombre un ser superior sobre la tierra.
Yo comparto con Humboldt: ¨El lenguaje no sólo sirve para el intercambio de conceptos, sino también para la formación de los mismos. Aquí la comunicación lingüística desempeña un papel importante. En resumen, el lenguaje es el órgano constituyente del pensamiento¨. Los animales tienen conductas, se aparean, luchan por espacios y comida, en fin tienen ¨comportamientos¨, pero les falta la palabra.
Hay dos formas de concepciones frente al lenguaje, una es la comunicativa y la otra es la cognitiva. Estoy inscrito en la segunda, que opina que el lenguaje actúa de forma decidida en nuestra forma de pensar cognición superior-. La primera es la comunicativa, que no le da influencias cognitivas al lenguaje, sino considera que sólo sirve para la simple comunicación.
No les niego a mis amables lectores, que me retrotraje recordando los juveniles años del entrenamiento médico de ambos en Londres, donde él junto a su muy atenta esposa, la Dra. Rosa América Martínez, una sobresaliente gineco-obstetra, nos recibían amablemente y con exquisitos manjares, nos pasábamos largas veladas ¨dilectando¨ de temas como el disentido esa noche de las neurociencias, sabemos cómo ¨divergir¨ refinada, civilizada y amigablemente.