En una entrega anterior nos estuvimos refiriendo a un espacio pagado por la Federación Nacional de Dueños de Caballos de Carrera Inc., la cual salió publicada en el periódico Hoy, del pasado sábado, en la que da cuenta de una peligrosa situación motivada a que la administración del hipódromo V Centenario, se niega a depositar los valores jugados por la gran familia hípica, a la cuenta bancaria correspondiente, de las carteleras que se presentan en el redondel criollo, y de las que se pasan mediante el sistema del Simulcast, del hipódromo Camarero de puerto Rico.
Esta situación es preocupante, ya que no veo razón por la cual exista esta desavenencia, ya que nuestra hípica se rige por un reglamento que establece todo lo relacionado con el espectáculo, y un organismo oficial, que se llama Comisión Hípica Nacional, la cual es la máxima autoridad, y nadie puede estar por arriba de ella, y todo aquel que trate de desconocerla, se hace reo de ser sancionado por el organismo oficial, y sí es nombrado por decreto, podría ser destituido, por desobediencia.