No esperemos a que el gobierno acabe con los mosquitos

No esperemos a que el gobierno acabe con los mosquitos

“Pregúntense, no lo que su país puede hacer por ustedes, sino lo que ustedes pueden hacer por su país”. John F. Kennedy, discurso de toma de posesión, 20 de enero de 1961.

En  la psiquis dominicana se halla arraigada la concepción de que el gobierno es omnipotente y, por tanto, máxima instancia a la cual recurrir para todo. El gigantismo estatal lo impulsamos con nuestra insistencia en recurrir al gobierno en  todos los aspectos de la vida social, mientras  los políticos, muy obsecuentes con lo que les conviene, ni cortos ni perezosos colaboran alegres y contentos para que el presupuesto nacional crezca. 

El clientelismo se nutre de este fenómeno sociológico cuyas raíces habría que buscarlas en los orígenes del conglomerado dominicano.

Esa entronización del gobierno va en detrimento del desarrollo de las comunidades locales, del “town” (pueblo), formato que tan buenos resultados les ha dado a las naciones anglosajonas.

Por más que lo endiosen, el gobierno es un ente lejano, ajeno a las vivencias y el acontecer cotidiano del ciudadano común.

Son tantas las cosas cuya solución puede ser encaminada por las iniciativas locales, pero todo se le deja al gobierno.

Tomemos, por ejemplo, un problema de salud pública acucioso en estos momentos: el dengue.

El control del mosquito vector  no puede dejársele solamente al gobierno, la propagación del insecto es, en muchos casos, debida a la falta de saneamiento del entorno.

 Por tanto, la solución debe comenzar con las familias, mientras llegan las autoridades con las soluciones macro. Un solo mosquito puede propagar la infección incluso a más de una persona, y una sola familia puede eliminar múltiples criaderos a su alcance, acciones que en la práctica están lejos del Ministerio de Salud.

Afortunadamente, en este mismo periódico, el lunes 12, bajo el titular Vecinos barrio de Santiago se unen contra el dengue, leemos: “La Junta de Vecinos y   la Pastoral Juvenil de la Iglesia del barrio Los Ciruelitos, de esta ciudad, realizaron ayer una jornada cívica  y educativa para mejorar el ambiente y prevenir el dengue. Los comunitarios manifestaron que por ser ese el sector con más  alto índice de dengue en las últimas semanas, han estado atentos a prevenir otros  casos… decidimos lanzarnos a las calles, porque a quien nos duele es a  nosotros”, expresó Amaury Pichardo, presidente de la Junta de Vecinos”, al informar que “están eliminando del entorno todo cuanto pueda ser un criadero  de   mosquitos”.

Señal de que no todo está perdido.

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