El desbordamiento del lago Enriquillo ha dejado en ruinas a por lo menos mil productores agropecuarios cuyas siembras y propiedades han sido anegadas por las aguas. Los daños y pérdidas han sido cuantiosos y, por fortuna, no ha habido pérdida de vidas humanas. Sin embargo, la proximidad de la temporada de lluvias inquieta a los residentes en las comunidades afectadas por el desbordamiento del Enriquillo, pues las cosas podrían ser peores de lo que han sido hasta ahora. Según parece, la situación se resolvería con la construcción de varias obras, entre las cuales hay que citar un dique, un canal de drenaje del exceso de agua en el lago y el desvío de la fuente fluvial que lo está desbordando.

La gente del entorno del lago ha emplazado al Gobierno a que haga las obras necesarias para corregir la situación. Temen que las cosas puedan empeorar si llegan las lluvias y no se han efectuado los trabajos necesarios. Esta gente está pidiendo un auxilio que el Gobierno debería proveer a tiempo, para evitar tener que actuar en circunstancias de riesgo. De alguna manera hay que evitar que allí ocurra un desastre con costo en vidas humanas. Hay que reubicar a familias que han perdido sus hogares, crianzas  y siembras, pero es necesario hacerlo antes de que lleguen las lluvias. La economía de la zona ha sido seriamente afectada por el desbordamiento y hay que evitar que las cosas empeoren.

Hay que salvar los empleos

Las fuerzas vivas del país, con el Gobierno a la batuta,  deben unificar criterios para elaborar una estrategia que permita atenuar los efectos de la fuerte recesión económica sobre la estabilidad de los empleos. Ya hemos visto el impacto que la pérdida de demanda ha tenido sobre los empleos de zonas francas en el país. Hay que tratar de evitar, por todos los medios posibles, de manera generalizada puedan producirse despidos masivos de trabajadores.

El Consejo Consultivo de Trabajo, integrado por representantes patronales, laborales y gubernamentales, ha hecho un llamado para evitar despidos de trabajadores y proyecta una declaración conjunta en ese sentido. Ahora es necesario realizar  un   diagnóstico sobre la situación de las empresas nacionales a partir de la crisis financiera que comenzó en Estados Unidos y se ha propagado por todo el mundo. Sobre esa base hay que elaborar estrategias destinadas a preservar los empleos.