No hallan pruebas contra Kofi Annan

No hallan pruebas contra Kofi Annan

NACIONES UNIDAS (EFE).- La investigación sobre el presunto fraude en el programa humanitario de la ONU en Irak no ha hallado «pruebas» de que el secretario general, Kofi Annan, tratara de favorecer a Cotecna, la empresa donde trabajaba su hijo Kojo.

   Esta es la principal conclusión del segundo informe sobre la investigación del programa humanitario «Petróleo por alimentos», desarrollado en los últimos años del régimen de Sadam Husein, que terminó con el pago de sobornos millonarios al ex gobernante iraquí.

   En su primera reacción al informe hecho público hoy, el secretario general de la ONU dijo que éste le exonera de cualquier «mala conducta».

   Los investigadores aseguran no haber hallado pruebas de que la concesión en 1998 de un contrato millonario a Cotecna para supervisar la entrada de mercancías en Irak, durante los años del embargo, hubiera sido objeto de una «influencia positiva o inapropiada» de Annan.

   No obstante, dan a conocer algunos puntos interesantes, como que Cotecna era una empresa muy conocida por Annan, dado que uno de sus vicepresidentes, Michael Wilson, era un íntimo amigo de la familia del secretario general, alguien a quien se le denomina «tío» en la tradición ghanesa.

   Fue esta persona quien introdujo al joven Kojo Annan en Cotecna en 1995, donde aparentemente trabajó hasta que la empresa logró el contrato de la ONU, algo que después se ha revelado como falso, pues mantuvo su relación laboral hasta 2004.

   Hace unos días, se supo que el joven Annan llegó a cobrar de Cotecna al menos 366.000 dólares, el doble de lo que había reconocido en un principio.

   El informe asegura no tener constancia de que el secretario general supiese que la empresa donde trabajaba su hijo tratase de lograr un contrato para supervisar la entrada de cargamentos en Irak.

   «De haberlo sabido, hubiera incurrido en un conflicto de intereses», comentan los investigadores.

   No obstante, revela que Annan mantuvo varios encuentros con la presidenta de Cotecna, Elie Massey, uno de éstos arreglado por su hijo, sin que en ninguno de ellos saliera a colación el contrato que aspiraba a lograr la empresa suiza.

   Según Massey y Annan, el tema en discusión fue el lanzamiento de una rifa para recaudar fondos.

   Otro elemento desconcertante que incluye el informe es la conducta que tuvo Kofi Annan cuando supo que Cotecna era investigada por los presuntos pagos realizados a la ex primera ministra paquistaní Benazir Butho para asegurarse un contrato en este país.

   Annan ordenó una investigación fuera de los cauces habituales de la ONU, lo que el jefe de la comisión investigadora, el ex presidente de la Reserva Federal estadounidense Paul Volcker, ha tachado de «conducta inapropiada».

   De haber seguido los cauces reglamentarios, añade la comisión, a Cotecna no se le hubieran renovado los contratos, por los que obtuvo un total de 60 millones de dólares.

   También revela que Iqbal Riza, ex jefe de gabinete de Annan, destruyó abundante documentación un día después de que el Consejo de Seguridad aprobara la investigación del programa, algo que Volcker consideró «una coincidencia en el tiempo».

   El informe se muestra muy crítico con Kojo Annan y con Cotecna por haber tratado de «ocultar la verdadera naturaleza y duración de su relación financiera».

   La investigación no ha podido determinar el verdadero alcance de los negocios del hijo del secretario general, ni si verdaderamente tuvo una participación directa en la obtención del contrato en Irak.

   Volcker indicó hoy, en rueda de prensa, que la adjudicación inicial de Cotecna se hizo porque ofrecía el precio más bajo, pero se saltaron algunos procedimientos, como investigar sus estados financieros y los procesos judiciales en curso.

   Indicó además que el hecho de no haber percibido la relación entre Kojo Annan y Cotecna como un posible conflicto de intereses «ha contribuido al descrédito de la gestión de la ONU».

   Manifestó que el secretario general había colaborado en todo momento en las investigaciones, pero no su hijo, a quien sólo se le pudo entrevistar una vez.

   El primer informe, publicado en febrero, acusó al director del programa, Benon Sevan, de haber incurrido en un conflicto de intereses por haber influido en la adjudicación de contratos.

   El tercer y último informe de los investigadores, que se espera para después de mediados año, se centrará en la actuación de las diferentes agencias de la ONU en Irak, así como del llamado «comité 661», que supervisaba las sanciones al país árabe.

   También se revisará el papel del Consejo de Seguridad, así como el presunto contrabando de petróleo por parte del régimen de Husein. EFE

 

 

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