No hay austeridad

No hay austeridad

Una cosa es racionalizar el gasto, mejorar su rendimiento, el objetivo explícito del Decreto 499 de octubre del 2012. El gasto se redujo cuando se programó pasar del histórico déficit de RD$128,871 millones, 5.6% del PIB en el 2012, a RD$70,302 millones, 2.8% en el 2013. La confusión de no pocos tiene su origen en la herencia que dejó la administración de Leonel Fernández, de gastar lo que no producía, hasta el punto de que el 2007 fue el único año con superávit, porque los demás fueron deficitarios y por mucho.

Otra cosa bien diferente es austeridad. El concepto implica economía de impuestos, para equilibrar el presupuesto o cerrar con un superávit, porque el déficit debe ser excepcional. La prudencia en el gasto no debe verse como un capricho tampoco como algo temporal, el déficit aumenta la necesidad de recursos para pagar deuda pública, el costo es menor educación y salud para la población. Si queremos que haya crecimiento de la economía con reducción de la pobreza, la mayor parte del financiamiento debe provenir del ahorro doméstico, que demanda superávit en el presupuesto. No es casualidad que la pobreza haya aumentado de 30% en el 2000 a 41% en el 2012. Cuando estuvo por debajo de 40%, el manejo fiscal fue responsable, hubo superávit en el presupuesto; por ejemplo, la administración de Joaquín Balaguer (1900-1995), con un promedio de 0.82% del PIB; la de Leonel Fernández (1996-2000) con 0.33% del PIB y la de Hipólito Mejía (2001-2004), con 0.08% del PIB a pesar de la quiebra bancaria.

La autoridad fiscal debe enviar señales de que su objetivo de mediano plazo es manejarse con superávit en el presupuesto. Se necesita una sola voz, con una sola versión de los hechos, porque confunde y resta credibilidad cuando se afirma que la extensión de la vigencia del decreto obedece a la necesidad de reducir el gasto, por caída en los ingresos, como dijo el Ministro de Economía. Es fácil demostrar que no es así. En el presupuesto del 2013 se supuso que la economía crecería 3% y los ingresos tributarios casi seis veces más (17.7%), pero el modelo del FMI dijo que el PIB aumentaría no más de 2%. El menor crecimiento se traduce en daños a la economía por miles de millones de pesos, con miles de trabajadores sin empleos y sin salarios. Bajo ese escenario la recaudación de impuestos sería menor respecto a lo que se presupuestó; sin embargo, superó las expectativas en los primeros ocho meses, la DGII reportó RD$184,932.7 millones, superando en RD$14,163.1 millones el monto del mismo período del 2012. Los ingresos tributarios totales debieron ser RD$240,000 millones al mes de agosto y la proyección a diciembre de RD$360,000 millones, superando en 15% la recaudación de RD$312,064.1 millones del 2012.

Es decir, no obstante el menor crecimiento de la economía, el gobierno estaría ejecutando 98% de los ingresos tributarios (RD$363,711.5 millones) a final de año. 

Si incluimos RD$14,000 millones como impuestos estimados de la Barrick Gold, la recaudación total aumentaría a RD$374 mil millones, quedando muy claro que el decreto no tiene que ver con reducción de ingresos.

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