POR U. GUZMAN MOLINA
La comunidad internacional no tiene interés en la fusión de Haití y República Dominicana como creen algunos sectores dominicanos, porque sólo un loco podría auspiciar que la inestabilidad de la vecina nación se extienda a toda la isla, afirmó ayer el embajador de Italia, Giorgio Sfara. El diplomático descarta que esa supuesta fusión sea un propósito serio en ningún sector de la comunidad internacional.
Sfara manifestó además que la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos hacen todo lo posible porque en Haití retornen la estabilidad política, el Estado de Derecho y la gobernabilidad.
Añadió que lo que la comunidad internacional intenta con todas sus energías, es que en aquel país se celebren el 7 de febrero próximo las elecciones presidenciales, de donde surja un gobierno que asegure la gobernabilidad.
Dijo que en todas las fronteras tienden a originarse problemas, pero que éstos se resuelven mediante el contacto directo entre los gobiernos.
Expresó que para la comunidad internacional, la República Dominicana y Haití son dos naciones con desarrollo diferente y tienen que resolver sus problemas.
Cree que la República Dominicana no puede ser dejada sola con el problema haitiano y, por eso, una vez que las condiciones de estabilidad mínimas imperen allí, la comunidad internacional tendrá que hacer un esfuerzo para ayudar al desarrollo de la nación.
A su juicio, República Dominicana, como cualquier país del mundo, tiene el derecho de establecer su política migratoria y decidir el manejo de los inmigrantes, sobre todo los ilegales.
Sin embargo, añadió que la República Dominicana debe buscar una solución permanente a los haitianos que laboran en el país.
Esa solución, precisó, debe ser coherente con las necesidades de la economía dominicana.
Según el embajador italiano, una vez se restablezca el orden en Haití, la comunidad internacional puede ayudar al desarrollo de ese país.
Consideró que nadie quiere la desestabilización de toda La Española, a menos que sea un demente.
Al ser entrevistado en el programa Aeromundo, Sfara dijo que el potencial de desarrollo de Haití es enorme y que lo que necesita es que retorne a una estabilidad mínima.
Indicó que Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana.
Turismo italiano
Sfara dijo que la República Dominicana continúa siendo un buen destino de los turistas italianos.
El año pasado visitaron República Dominicana más de 135,000 turistas de Italia y que para este año se estiman en 140,000.
Según Sfara, las aerolíneas Iberia y Air Europa maltratan a los turistas italianos, lo que le hace daño al país, por lo que según añadió, aconseja a sus compatriotas a no viajar en esas aerolíneas.
Dijo que conoce muchos casos de personas que se le han acercado con quejas de que el avión se fue tres horas antes del horario o el asiento se vende dos veces sin ningún pago de atraso.
A su juicio, existe una tendencia negativa que conlleva un mal recuerdo al final de una estadía en el país. Expresó que ha denunciado esa situación a las autoridades de la Secretaría de Turismo y que mantiene muy buena relación con el titular de la cartera, Félix Jiménez.
Los turistas italianos vienen principalmente a Bayahíbe-La Romana y Bávaro-Punta Cana, dijo.
Consideró que los inversionistas italianos tienen interés en Bahía de las Aguilas pero que existe una limitación: cierta oscuridad en la propiedad de los terrenos.
Aseguró que en esa bahía se va a desarrollar inicialmente un turismo de camping.
Señaló que está en conversaciones con italianos interesados en desarrollar un proyecto turístico termal en Barahona, cuya inversión ascendería a US$400 millones.
Añadió que en Barahona se han encontrado unas aguas termales que son de la misma composición de las que existen en Italia.
El embajador de Italia dijo, en otro orden, que las autoridades dominicanas han colaborado con los casos de italianos que tenían cuentas pendientes con la justicia de su país.
A su juicio, el Código Procesal Penal es más garantista, aunque resulta más difícil para los jueces.
Entiende que siempre existirá un nivel de corrupción en la administración judicial, pero lo importante es que sea bajo.
Cree que la lucha contra la corrupción, el crimen y el narcotráfico no debe ser dejada sólo al Estado, sino que se involucre a todos los ciudadanos.
Consideró muy difícil luchar contra el crimen cuando hay condiciones de vida extremadamente diferentes entre los ricos y pobres.
Favoreció la creación de una clase media lo más amplia posible, que sea un factor de estabilidad y desarrollo para todos.