La Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT) y la Policía Nacional no tienen mecanismos para frenar el robo del cableado de los semáforos del Distrito Nacional.

Así lo admitió el director general de Tránsito Terrestre, Orlando Pimentel, quien declaró que a unas 40 intersecciones de la capital desconocidos le han quitado los cables que suministran energía eléctrica a los semáforos. «Uno los pone hoy y lo quitan mañana».

Dijo que hasta el semáforo que está en la esquina de la Dirección General de Tránsito Terrestre, en el cruce de las avenida Tiradentes y San Cristóbal, desconocidos le robaron los cables hace alrededor de un mes. Tuvieron que reparar el dispositivo con carácter de urgencia.

Se estima que un semáforo completo le cuesta a las autoridades alrededor de un millón de pesos y en la reparación de los aparatos a los que les son sustridos los cables, se gasta miles de pesos.

Recientemente, el director de la Policía de Tránsito de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), general Luis Oleaga, declaró que a los semáforos de más de 30 intersecciones de la capital les habían sido robados los cables y se quejó del poco interés que alegadamente ponían las instituciones para acusar a los individuos sorprendidos cometiendo el hurto.

Para Pimentel, el problema está en que no hay una seguridad como se requiere para cuidar las intersecciones que tienen semáforos.

Indicó que puede haber una vigilancia junto a la Policía y es lo que están tratando de establecer.

Sostuvo que la primera media que tomaron fue instruir la compañía a cargo del mantenimiento de los semáforos -Soinca- para que sellen con soldadura las arquetas de donde se guardan los cables.

Expresó que por ahora lo que hacen tratar de ponerle la situación más difícil a los malhechores. «La reparación de los semáforos la hacemos de la manera más diligente. Cuando se roban un cable, se hace el reporte. Cuando se hace el reporte se evalúa el costo y hay que instruir entonces a la compañía para que haga la reparación de lugar».

Pimentel indicó que enviaron una carta al jefe de la Policía Nacional, mayor general Jaime Marte Martínez, solicitándole colaboración y una investigación para darle seguimiento al caso.

Sostuvo que también notificaron el problema a la AMT, entidad que los está ayudando establecer la vigilancia vial.

Plantó que lo que se requiere es mantener una vigilancia. «Por eso, la primera medida que tomamos fue darle seguridad a los registros, soldándolo».

Empero, manifestó que la experiencia les dice que a veces hasta la soldadura es burlada por quienes sustraen los cables de los aparatos que regulan el desplazamiento de los vehículos.