Todo esto les sucedió a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros, y fue puesto en las Escrituras como una advertencia para los que vivimos en estos tiempos últimos. 1 Corintios 10: 11
Decir “No lo sabía”, “No tenía conocimiento de lo que podía suceder si actuaba de esa manera”, es mentira. La Palabra de Dios nos enseña qué sucede cuando cumplimos o dejamos de cumplir los mandamientos.
No seamos ignorantes, y busquemos los caminos que traen bendición. Apartémonos de los caminos de oscuridad, los cuales nos tienen en sombra de muerte, trayendo enfermedad, pobreza y esclavitud permanentes.
No nos dejemos llevar por las corrientes del mundo y por las costumbres heredadas, las cuales se interponen, para que hagamos las cosas que no debemos hacer.
Escudriñemos la Palabra, dejemos que el Espíritu Santo nos enseñe los caminos torcidos que hemos tomado, para que podamos salir de ellos y estar firmes en todo momento sin fluctuar, sabiendo que el que obedece no perecerá.