No liga la Liga

No liga la Liga

JOSÉ MANUEL GUZMÁN IBARRA
El Senado ha aprobado un proyecto de código municipal que quita a la LMD la potestad de distribuir a los ayuntamientos los recursos que reciben del Presupuesto Nacional. Este código recoge el sentir de años de estudios y discusiones alrededor del poder municipal. La propuesta abarca muchos aspectos, pero sólo este ha llamado la atención de los partidos de oposición.

El secretario general del PRD, Orlando Jorge Mera, dijo que los diputados de su bancada objetarán la aprobación de la pieza; el secretario del PRSC, Víctor Gómez Casanova, la calificó como una «persecución política» contra su organización, y el director ejecutivo de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), licenciado Víctor De Haza, dijo que el tema de la Liga debe ser sacado del código municipal acogido por el Senado. A partir de esta reacción muchos analistas están preocupados con la coherencia discursiva de la oposición, especialmente en lo que toca a la reglamentación de la campaña electoral.

El código municipal aprobado por el Senado quita el 5% que utiliza la LMD para gastos administrativos, y los cabildos, de acuerdo a la nueva disposición que deberá ser conocida por los diputados, recibirán los ingresos directamente a través de la Tesorería Nacional. Así, la LMD no tendrá potestad para manejar los fondos municipales. No obstante esto, es mucho más importante la disposición que obliga a los ayuntamientos a tener un presupuesto participativo.

A estos puntos, el secretario general del PRSC, Gómez Casanova, calificó como una acción «desesperada» del Gobierno su pretensión de «eliminar» la LMD. De persecución política calificó el Código Municipal aprobado (El Nacional, 23 de junio); como si lo que se establece fuera algo diferente a la función de la LMD, a saber: brindar apoyo a los cabildos con sus problemas de planificación y dar asesoría en general sobre temas municipales.

Hasta el día de hoy las funciones que han primado de la LMD es la parte financiera, en la que los municipios han recibido, en el mejor de los casos una imposición a la agenda local, que en lugar de fomentar debilita la capacidad técnica de los municipios. La propia FEDOMU ha defendido las ideas de descentralización, presupuesto participativo y redefinición del rol de la LMD. ¿Qué explica el cambio de posición?

La respuesta evidente: la coyuntura electoral. Lo lamentable no es que los secretarios generales del PRD y el PRSC hagan oposición al Congreso o al Gobierno central, ese es el rol que les toca jugar. Lo lamentable es que lo hagan con tal debilidad conceptual. Se suponía que las prácticas políticas cambiarían con la llegada de políticos más jóvenes.

Jorge Mera pretende discutir junto con la reforma constitucional el tema municipal, lo que equivale a decir que no se discuta. Desde el Diálogo Nacional pasando por una innombrable cantidad de seminarios, talleres, muchos realizados por el propio gobierno del PRD o con la participación de la mayoría de los síndicos de ese partido, el tema de las funciones municipales, del rol de la LMD y de los alcances del ayuntamiento en su relación directa con el ciudadano, han sido discutidos, sistematizados y consensuados. El código municipal aprobado por el Senado es en gran parte el resumen de ese esfuerzo. Si el secretario general considera que una década de estudios y miles de dólares de donación del BID, la Fundación Frederic Ebert y la Agencia de Cooperación Alemana GTZ, por mencionar unas pocas, es actuar con prisa, debía explicarlo, al tiempo que responde si el momento adecuado sería luego de las elecciones y si el uso de los recursos municipales es la verdadera razón para oponerse. También debería responder el PRD si está con el presupuesto participativo o no. ¿Teme el PRD hacer transparente el uso de los recursos públicos utilizados por los municipios? Las funciones de la LMD tienen que ser redefinidas. Su estructura y forma de operar es obsoleta. No se trata de quién es el titular o quien pueda serlo en el futuro. El tema central es que la LMD no liga con los conceptos de subsidiaridad y descentralización. Si el cambio perjudica a la oposición sería interesante detallar cómo se ha estado beneficiando hasta ahora.

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