Las soluciones urbanas al tránsito tipo elevados son inoperantes y al final agravan el problema. Estas soluciones han sido planteadas incorrectamente y los años lo han demostrado.

¿Es que estamos opuestos a este tipo de soluciones? No. A lo que estamos opuestos es a la irracionalidad, que como consecuencia trastrueca las prioridades.

Si se quieren construir pasos a desnivel hagámoslos donde se necesitan como en la entrada a Manoguayabo.

El mismo día que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones anunciaba los pasos a desnivel se me dificultó acceder a mi oficina en la 27 de Febrero frente al Centro Olímpico, porque el entaponamiento que había desde la Máximo Gómez, hacia el oeste, llegaba más allá de mi oficina, más de dos cuadras de congestión del tránsito.

Y esto no sólo pasa en la dirección este-oeste en horas pico, sino y aún peor, en las intersecciones nortesur de la misma vía. Usted ha intentado cruzar la 27 de Febrero por las avenidas Tiradentes, Abraham Lincoln, o Máximo Gómez, es una verdadera agonía.

¿Y porqué esto es así? Simplemente porque la ciudad, incluyendo el componente de tránsito, no puede trabajarse aisladamente. Hace varios años que hemos insistido en que los problemas de la ciudad sean enfocados en su complejidad y sabemos que las soluciones serían más baratas y adecuadas.

Pérdida de áreas. Con los elevados de la 27 de Febrero y John Kennedy hemos perdido importantes áreas de la ciudad.

Las aceras desaparecieron, inclusive las del Centro Olímpico ha ido decreciendo continuamente, las propiedades en sus márgenes se han desvalorizado, la arrabalización es evidente, muchos locales comerciales han cerrado, haciendo toda estas zonas peligrosas para caminar. Toda el área debajo del elevado sobre la Teniente Amado García es un solo arrabal.

La ciudad es como un plato de gelatina, si lo tocas en un lugar se mueve todo el contenido del plato.

Muchas veces la solución al problema de una intersección no está en ella misma, sino en otros elementos, casi siempre, distantes de ésta.

Al modificar físicamente la intersección, con pasos a desnivel, túneles o ampliación, podríamos estar empeorando la situación, como ha estado ocurriendo.

El tránsito. El problema del tránsito es complejo y para resolverlo habría que manejar variables como, la coordinación de los semáforos, la mejor estructuración del sistema de horarios de entradas y salidas a las diferentes actividades, escolares, comerciales, industriales, un proyecto de transporte colectivo integrado, privilegiándolo sobre el auto privado, mayores comodidades al peatón, educación vial, reordenamiento de los usos de suelo de la ciudad, terminales interurbanas en la periferia de la ciudad, solución de algunas conexiones pequeñas y baratas y hacer cumplir las leyes de tránsito.

La ciudad es un organismo complejo y su componente más importante es el ser humano, su razón de ser.

Calidad de vida. Proveer una mejor calidad de vida es la meta de una mejor ciudad. Una mejor calidad de vida se alcanza, no sólo con mejores ingresos, educación y salud, sino también con espacios que la gente pueda disfrutar.

Las imágenes que nos recuerdan las ciudades que hemos visitado, siempre las referimos a espacios públicos llenos de gente y con calor humano. Nunca recordamos los pasos a desnivel, ni las avenidas de alta velocidad.

Si de inversiones prioritarias hablamos, que se le otorguen los fondos al Ayuntamiento del Distrito Nacional para que construya el proyecto de RESURE, que resolvería el problema de vivienda y hacinamiento de las familias asentadas en condiciones de peligro a las orillas de los ríos Isabela y Ozama, saneando los ríos, pudiendo los ciudadanos disfrutar de uno de sus recursos naturales más importantes; o para la renovación del Malecón.

En vez de invertir en estos costosos pasos a desnivel deberíamos enfrentar y resolver el caos del transporte urbano.

Pasos a desnivel. Dentro de poco vamos a tener dos líneas del metro, pero este no funcionará adecuadamente sino tenemos, sobre la superficie, un sistema eficiente de autobuses integrados, con líneas alimentadoras a las estaciones del metro.

Los pasos a desnivel sólo sirven a los vehículos privados, moviendo alrededor del 25% de la población de Santo Domingo, estamos invirtiendo millones para las minorías, seguimos fortaleciendo las desigualdades sociales. En estos vehículos no van más de dos personas.

El otro 75% se mueve en el desorden y las precariedades de las voladoras, los carros públicos, las Omsas, y los motoconchos, con el consecuente costo en dinero, inseguridad y tiempo. ¿Es que nuestras autoridades no saben esto? Claro que sí. La Oficina para el Reordenamiento del Tránsito (OPRET) tiene los mejores técnicos de transporte y tránsito del país y extranjero. Y porqué no toman las medidas de lugar. La respuesta la dejamos a la imaginación del lector.

Con una solución del transporte público, según los últimos estudios, podríamos reducir en más de un 40% la flota de la OMSA, y la de los empresarios del transporte, llamados eufemísticamente sindicatos, con significativos ahorros de combustible y repuestos. Hay en la ciudad muchas discontinuidades viales que con muy poco dinero podrían agilizar el tráfico.

Las calles Heriberto Peter, en la urbanización Fernández, con la calle Olaf Palmer de Los Prados, esta conexión aliviaría la calle Charles Sumner.

Las claves

1. Sobre las calles

Hay en la ciudad muchas discontinuidades viales que con muy poco dinero podrían agilizar el tráfico. Como la conexión de las calles Heriberto Peter, en la urbanización Fernández, con la calle Olaf Palmer de Los Prados. Esta conexión aliviaría la calle Charles Sumner. Puentes bajos, tipo barcaza, entre el Juan Bosch y Padre Castellanos, para disminuirles la presión.

2. Torrente sanguíneo

Debemos recordar que el tránsito en la ciudad se comporta como el sistema sanguíneo del cuerpo humano. Mientras más opciones hay para circular, menor es la posibilidad de entaponamientos.

Una sugerencia a Leonel Fernández

Creemos que el Presidente Leonel Fernández debe retomar su eslogan de hacer de la ciudad de Santo tDomingo un Nueva York Chiquito. Pero no el de los elevados.

Sería interesante que se reuniera con el alcalde de Nueva York, Bloomberg y a esta reunión asistieran Amanda M. Burden, directora de Planeamiento Urbano, Janette Sadik-Khan, comisionada de transporte y la arquitecta Claudia Herasme, dominicana, de la oficina de planeamiento urbano de esa ciudad, para que le presenten los proyectos que está haciendo Nueva York para hacerla más vivible.

El New York Times publicó un artículo sobre la conversión de Broadway, si Broadway, en una vía donde se amplían las aceras, se disminuyen los carriles para los vehículos, se incorpora una ciclo vía.

En vez de hacer elevados para solucionar un problema de tránsito, se le entrega al ciudadano esa parte de la ciudad.

El frente del río Hudson en Brooklyn (Green Point-Williamsburg) donde tampoco aparecen los grandes proyectos viales, sino que se hace énfasis en el transporte masivo.

Señor presidente, usted puede conseguir esa reunión y estoy seguro que cambiará su forma de ver la ciudad. Lleve algunos ministros para que aprendan desde la fuente originaria, pero mal entendida.