A partir de hoy, es posible que los establecimientos comerciales de expendios de alimentos no nos vendan productos de los cuales no conocemos los componentes de su elaboración, dónde lo producen, en fin, que nos den “gato por libre”.
Entre los alimentos comercializados en el país los productos lácteos y sus derivados destinados al consumo humano, deben cumplir con lo establecido en la Norma Dominicana 53 (NORDOM 53), sobre el etiquetado general de los alimentos previamente envasados que deben señalar claro y correcto la lista de ingredientes con nombres y peso, fabricante, envasador, sobre todo el país de origen de la terminación del producto, todos estos datos en español, además de la fecha de caducidad.
Particularmente, esta medida me agrada, pues siempre cuando compro un producto cualquiera, me gusta saber principalmente donde fue fabricado, su origen, no niego que tengo cierto rechazo por algunos países, que pienso que en algunos de ellos no exigen lo suficiente para la calidad de los productos.
Sobre todo, cuando se trata de productos del mar, pescados y mariscos, siempre será importante saber de donde proceden y si realmente es el alimento que dicen que es, por esto es importante las etiquetas, en nuestro caso en español, porque muchas veces no sabemos lo que realmente estamos comiendo.
Un ejemplo, los populares palitos de cangrejos son elaborados con una serie de productos que no tienen nada que ver con lo que están vendiendo, es importante leer todos los ingredientes, porque también puede ser que la elaboración del mismo tenga componentes alérgicos a algunas personas.
Las leches, con todos sus derivados, quesos, laterías de legumbres, embutidos, jamones, chorizos, el café, el arroz, cebollas, en fin un sinnúmero de alimentos que proceden de lugares no confiables y que pueden estar alterados de diversas formas e incluso elaborados en nuestro propio país.
Hace unos días compré un pan de una conocida marca, cuando lo abrí encontré unos bichitos muy raros muertos. Es necesario que el consumidor esté atento, que no se deje engañar, que mire bien las fechas de caducidad de los alimentos a comprar y que se queje cuando algo anda mal, pues consumir alimentos dañados y elaborados con baja calidad, trae consecuencias de salud.
Ahora se tiene la oportunidad de estar informado de todo lo relacionado al producto alimenticio que compramos y luego consumimos.