Un día como hoy, pero de 1960 fueron brutalmente asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal por esbirros de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. El hecho que marcó el inicio de la caída de la tiranía, fue considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y es por ello que se celebra el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, muertas por la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, en noviembre de 1960

La convocatoria para la conmemoración de este día inició bajo el liderazgo del Movimiento Feminista Latinoamericano en 1981. Más adelante en 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), a través de la resolución 54/134 , asumió la responsabilidad del movimiento. Como estrategias para continuar en la lucha, la ONU comenzó a invitar a las actividades, a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

”Construyamos la Paz: Erradiquemos la Violencia Contra La Mujer”, es el nombre que recibe la campaña 2016, la cual se realiza cada año con el objetivo de concienciar a la sociedad a la sensibilización de los casos de violencia que se hacen cada vez más comunes en el país y el resto del mundo.

Los organizadores de esta campaña explican que la causa de la mujer es la causa de la familia y así debe ser asumida por todos y todas.

La historia de las Mirabal se ve representada en aquellas mujeres con problemas de violencia por sus parejas, quienes por miedo a denunciar a sus agresores se convierten en víctimas.

En ese orden, la ministra de la mujer dominicana, Janet Camilo, invitó este viernes a las mujeres a no quedarse calladas y expresar lo que están pasando para que las autoridades correspondientes a la defensa de estos casos puedan brindar ayuda.

» Invitamos a que ninguna se quede callada, hay que denunciar, hay que comunicar, hay que decir lo que nos está pasando, si no decimos lo que nos pasa, nadie nos podrá ayudar», dijo.

Camilo considera además, que en República Dominicana hay mucha agresión contra la mujer porque se sigue formando y educando desde la violencia como mecanismo para resolver conflictos , asumiendo que este no es un problema del Estado ni del Gobierno, sino de cultura.

La violencia debe ser denunciada a tiempo para así poder decir con certeza «Ni una más».