No matarás

No matarás

La historia de la humanidad ni siquiera se parece a una amalgama de colores pues en ésta última el poli cromatismo es real mientras que en la primera abundan las falsedades, los engaños, palabras y las frases hueras.

Se calcula que un tercio de la población mundial es cristiana, digamos alrededor de unos dos mil millones de almas; ella se rige por un código de diez mandamientos, uno de los cuales prohíbe disponer de la vida del prójimo. ¿Acaso no son cristianos quienes en un determinado momento aprietan el gatillo homicida de la pistola para interrumpir de manera definitiva la existencia de uno de sus hermanos?

Se mata por ignorancia, pero también asesinan el sabio, el loco y el cuerdo, el borracho y el sobrio; se mata en nombre de la justicia y el orden, pero además ese mismo privilegio se lo auto asignan el delincuente y el terrorista. Matan el hambre y el exceso en el comer. El odio y la pasión son capaces de mandarnos al infierno, pero también de amor se muere. Nos enferman mortalmente las mentiras, sin embargo, nos enseñan que por la verdad murió Cristo.

Suave que me estás matando, así dice la canción. No veo con certeza adónde es que radica la suavidad de la hoja del puñal asesino que atraviesa la piel de la víctima para abrir su corazón haciendo que se desangre internamente hasta exhalar un último suspiro. Que estupraron y asesinaron a la madre del amigo, mala suerte comento en mis adentras. Que violaron y mataron a mi hermana entonces se está acabando el universo; es que nada es real hasta que es local.

Frías son las estadísticas que nos dicen lo lejos de la realidad que están los que se interesan en convencernos del remanso de paz, armonía, seguridad y bienestar que vive la mayoría de los dominicanos.  Es que la ola de sangre que hace tiempo se mantiene en crescendo no conoce ni respeta grupo sanguíneo, bandería política, credo religioso, color, ni abolengo social; es un mal que potencialmente puede atacar a todos sin discrimen. 

Reitero que hay muchas formas de matar. Se mata con la indiferencia y dejando de hacer lo que por deber nos corresponde realizar. Se comete infanticidio cuando olvidamos atender a las exigencias mínimas de todos los recién nacidos que gritan  pidiendo un ambiente sano, profilaxis y vacunas, así como una higiénica, continua y suficiente ración de alimento. A diario atestiguamos los decesos prematuros  de hombres y mujeres debido a que cuando enferman no disponen de los recursos para pagar los elevados honorarios médicos, ni mucho menos para hacerse estudios y comprar costosos medicamentos.

Se dice de México que es el pueblo que canta sus penas, sin embargo, será con Puerto Rico que cerraré haciéndole coro a Héctor Lavoe: Pronto llegará, / el día de mi suerte/ Sé que antes de mi muerte/seguro que mi suerte cambiará.

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