Según el informe del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional la economía dominicana mantuvo un fuerte ritmo de crecimiento, promediando un porcentaje de 7% en los últimos tres años, superando a la mayoría de los mercados emergentes y a todas las economías de las Américas.
El fuerte crecimiento, sigue diciendo el FMI, se vio acompañado por una baja inflación y una cuenta corriente externa fortalecida, un sistema financiero sólido, con una sana capitalización y un bajo deterioro de los activos.
De la solidez y fortaleza de la banca nadie duda, pues los estados financieros que de manera transparente se han estado publicando en la prensa escrita, especialmente en el prestigioso periódico Hoy, reflejan ese positivo balance o desempeño.
Pero el talón de Aquiles de nuestra economía sigue siendo el endeudamiento externo, producto de un déficit fiscal a consecuencia de los bajos ingresos, la calidad del gasto, que ha sido mejorada en este gobierno, pero no lo suficiente y de una evasión que los organismos recaudadores tratan de contrarrestar.
De todas maneras, en un mundo lleno de incertidumbres en el que países otrora poderosos en el ámbito económico han visto decrecer su economía, constituye un verdadero logro que la República Dominicana tenga un envidiable ritmo de crecimiento, encabezando ese importante renglón. Para consolidar ese panorama económico, responsabilidad de muchos sectores, incluyendo el Gobierno del presidente Danilo Medina que traza las políticas públicas, solo hay que abocarse a adoptar las reformas estructurales que el propio FMI sugiere.
No matemos la gallina de los huevos de oro de nuestra economía y pongámonos todos de acuerdo para que el país siga adelante.