¡No mates el amor!

¡No mates el amor!

Para nadie es un secreto que aún en las relaciones de hermanos hay sus peleitas y discrepancias, por ello no se tiene cordura al pretender no esperar un comportamiento similar en una relación de pareja, por el mero hecho de que hay “mucho amor” y esas “cosillas”no tienen por que pasarte.

Las relaciones interpersonales son muy complejas, aveces una actitud que para ti no tiene la mayor relavante, para otra persona, que inclusive puede ser tu pareja, es tan importante que le basta como para quebrar la relación.

De ahí que se registran tantas relaciones resquebrajadas en las que más de uno en el entorno se sorprende de la ruptura, pues lo que se percibía a lo externo era pura ecuanimidad.

La formacion familiar tiene mucho que ver en todo esto. Una persona que haya crecido en un entorno en el que el maltrato verbal era tan frecuente que llegó a convertirse en común, puede haber asumido  este comportamiento como “normal” y cuando se le presentara la oportunidad de opinar al respecto o de protagonizar una discusión, sin dudas se parcializará indicando que “no hay razones para enorjarse con el o ella, por que eso fue una tontería y ya pasó”, por el contrario una persona que haya estado ajena a este tipo de actitudes agresivas durante su desarrollo familiar, asumirá este comportamiento como “intolerable” e insostenible. De ahí la complejidad de las relaciones interpersonales y la importancia de no fijar posiciones tajantes; se debe siempre negociar y cuando esto sea imposible acudir a un profesional, para ver la situación de la manera más neutral posible.

La clave

¿Cómo matar el amor?

Gritarle a tu pareja un calificativo ofensivo o  que atenten contra su autoestima (gordita, garabatico, patita; feita, etc); querer recibir apapachos cuando hueles a sudor o  te ves decuidado (a); querer escuchar palabras lindas y cariñosas, luego de insultar a tu pareja; insistir en recibir gratificaciones sexuales luego de una pelea, así como olvidar las cosas que no le gustan y repetirlas una y otra vez, con todo ello matas el amor.

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