LA PAZ (AFP).- El presidente boliviano Evo Morales afirmó ayer sábado que Bolivia no pedirá permiso a Estados Unidos para industrializar la hoja de coca, al inaugurar las obras para la construcción de la primera planta industrializadora del arbusto.

«No tenemos que pedir permiso de nadie para industrializar la hoja de coca, y queremos decirles a los representantes de Estados Unidos que no tenemos por qué pedirles permiso. Es una decisión nuestra», reseñó en la región del Chapare, al centro del país donde será instalada la planta.

Según la Ley antidrogas, en Bolivia son legales 12.000 héctareas, aunque Morales anunció hace días la intención de subir la producción legal a 20.000 hasta el 2010, a pesar de las observaciones del gobierno de George W. Bush, el principal cooperante en la lucha contra el narcotráfico.

   Estados Unidos mantiene la posición de que Bolivia no debería producir más de 7.000 hectáreas del arbusto para uso tradicional y ha señalado -según sus informes satelitales- que en Bolivia existen unas 25.000 hectáreas en los valles del departamento de La Paz y en el Chapare cochabambino. Además, ha observado que la coca excedente termina en factorías de cocaína.

   Con la construcción de las plantas de industrialización el mandatario busca avanzar en el proceso de legalización de los cultivos de unos 30.000 campesinos que cosechan unas 6.000 hectáreas en el Chapare, pues la ley sólo reconoce la produción legal en la región de los Yungas, en las estribaciones de la cordillera andina, según estimaciones del Gobierno.

   Morales fue enfático al defender la industrialización de la hoja de coca y pidió a Estados Unidos aprobar una Ley para terminar «con los drogadictos».

   «Si en el país hay una ley 1008 para reducir los cultivos de coca, por qué no hay una ley 1008 para reducir o acabar con los cocainómanos, con la gente que consume la cocaína, en Estados Unidos especialmente para acabar con los drogadictos», arremetió.

   El mandatario izquierdista afirmó que la construcción de esta primera planta procesadora de este arbusto forma parte de un proyecto que impulsará su Gobierno para poner en el mercado infusiones mezcladas con anís y manzanilla para uso medicinal.

   «Estamos acá para iniciar la industrialización de la hoja de coca que no solamente será en el trópico», afirmó en su discurso al anunciar que plantas similares serán construidas en otras poblaciones.

   Morales enfatizó que la industrialización de la coca tiene también el objetivo de demostrar que su consumo «en estado natural» no hace daño a la salud humana, ratificando la campaña que inició en su gestión destinada a despenalizar internacionalmente a la hoja de coca, principal insumo para la fabricación de cocaína.