No perdamos de vista la malaria

No perdamos de vista la malaria

La OMS y la OPS pronosticaron desde hace varios años que el cambio climático incrementaría la incidencia de enfermedades tropicales.

No es casual, por tanto,  que para este año el país haya experimentado un aumento de 43% en los casos de malaria, en comparación con el año pasado. Tampoco es casual que el dengue haya atacado con mayor fiereza este año que el anterior, y que haya crecido la incidencia de enfermedades del aparato respiratorio, como la gripe persistente.

Pero en el caso de la malaria hay que anotar algo muy significativo. Por mucho tiempo esta enfermedad estuvo bajo estricto control, había sido prácticamente erradicada y los reportes de casos no eran tan significativos. Si este año hemos tenido un pico de 43% sobre el año pasado en cuanto a personas afectadas de malaria, y si al menos doce de las afectadas fallecieron, es clara indicación que estamos ante un repunte de la enfermedad o que se han relajado los controles que la mantenían dominada.

Aunque es una enfermedad endémica en toda la isla, como el dengue, la malaria había declinado bastante en nuestro país, en  comparación con el vecino Haití. Un  repunte tan significativo, como el que ha habido este año, indica que debemos intensificar las campañas de eliminación del mosquito transmisor y evitar así grandes sobresaltos, como los ocasionados por el dengue.

Coladero fronterizo

El tráfico ilegal de indocumentados desde Haití es una realidad contundente, que pone en serio entredicho la efectividad de la vigilancia de la frontera y que, indudablemente, revela complicidades y contubernio que comprometen a autoridades. Testimonios publicados ayer  por el matutino Diario Libre dan una idea resumida de la manera que operan las mafias que trafican con indocumentados, sus tarifas, contactos a ambos lados de la frontera, provisión de documentación falsa, facilidades en puestos militares  y otros elementos.

La vigilancia de la frontera es una tarea fundamentalmente militar, que está a cargo del Ejército Nacional. De la misma manera que un periódico puede recoger testimonios del tráfico humano, una labor elemental de inteligencia militar podría descubrir todos los hilos de la mafia y la indudable complicidad de autoridades que lo facilita y mantiene. No asumir plenamente esa tarea viola un mandato de la Constitución.

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