No perdamos la esperanza

No perdamos la esperanza

POR MERY ARIAS
En días pasados tuvimos la oportunidad de reunirnos con el Rdmo Julio Cesar Holguín, quien es la máxima autoridad de la Iglesia Episcopal Dominicana . Durante muchos años hemos sido testigos de su espiritualidad y amor al prójimo. Con más de 50 congregaciones esta iglesia ha sabido expresar su amor y la practica del evangelio , es lindo ver como todos unidos compartimos con alegría , porque sabemos que la palabra de Dios no es de una sola iglesia, es de todos.

El Evangelio  es uno pero cada iglesia tiene su posición por eso cada quien la entiende a su modo, o esta con los pobre o no lo esta, por eso nosotros compartimos el Evangelio con el pueblo.

La Iglesia Episcopal Dominicana practica el amor cuando vemos sus clínicas que no son unas clínicas cualquieras, son pastorales de la salud , al igual que las escuelas l7 en total también tiene un comité de jóvenes, y una organización de mujeres que visitan las cárceles los hospitales de enfermos mentales, ayudan a drogadictos y a los enfermos del sida, y la pastoral de la familia que hace mucho énfasis en los problemas de la violencia familiar ,para que haya mas control sobre nuestros jóvenes que han perdido los valores morales y espirituales, el Obispo Holguin aboga por la unidad de las familias.  Se ha dado mucha asistencia a los damnificados del huracán más de dos millones de pesos lo cual es parte de la tradición de la iglesia, ayudar a los mas necesitados . también se envió un misionero a Jimaní para dar ayuda espiritual.

Hay tres centros de nutricioó en los cuales muchos niños reciben alimentación y educación.  Son mas de 28 pastores que trabajan de forma ecuménica la cual ha fortalecido a las comunidades, manteniendo siempre relaciones fraternales con todas las iglesias , pues como dice Pablo en Efesios 4.4-6,  Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu así como Dios los ha llamado a una sola Esperanza. Hay un Señor , una Fe , un Bautismo.  Hay un Dios  y Padre , que esta sobre todos, actúa por medio de todos y esta en todos. 

Por eso la Iglesia Episcopal Dominicana expresamos y sentimos  una identidad verdadera, no solo entre miembros de la iglesia, sino sobre todo entre los que sufren opresión y explotación , con quienes podemos y debemos compartir amistad, esperanza, amor  y fe. Como siempre estamos dispuestos a trabajar juntos a todos nuestros hermanos  no importa de que denominación  sea siempre y cuando trabajemos por una causa que tienda al servicio de nuestro pueblo, a la unidad de la iglesia y a la gloria de Dios con nuestras metas. 

Es un poco difícil trabajar así pues hay personas que están llenas de prejuicios y racismo a veces hay problemas de idioma, de competencia evangélica, de ideología política, la acumulación de bienes y la concentración del poder, creemos que estas cosas nos alejan de los principios de la fraternidad, esto produce una separación entre la humanidad, y la naturaleza, debemos ser mas humanos y no dejar a la mayoría en el desamparo y la desesperación.

Por eso nuestra misión depende de las lecturas y reflexiones bíblicas, la practica pastoral de la iglesia y el contexto socioreligioso, político y económico.

Estas lecturas combinadas con la realidad nos invita a cuestionar con Fe y Esperanza  las señales de los tiempos    -Mt.l6-l-3.   Desde esta perspectiva vale la pena retomar el significado de Jesucristo, como Creador de un movimiento renovador de las estructuras religiosas y sociales para nuestro país.

Creemos que debemos olvidar odios y rencores y practicar la palabra de Dios desde todos los ángulos para que estemos siempre unidos, ayudandonos sin importarnos de donde somos o de donde venimos, sabemos que todos somos hermanos en Cristo y debemos superar estos prejuicios que nos atrasan , tenemos que cambiar y ser justos ante la humanidad y la naturaleza y anunciar las Buenas Nuevas.

La Iglesia Episcopal Dominicana que la compone el Obispo Rdmo Julio Cesar Holguín, Napoleon Brito, el pastor Jean Monique Bruno, y muchos más que con dedicación y amor han demostrado que se puede lograrla unidad, felicidades, por tal razón invitamos a nuestro pueblo a que sigamos adelante, que nada nos detenga sigamos hermanos. Es un dar las manos unos a otros, haciendo nuevos caminos y mañanas, construyendo y plantando el Reino de Dios aquí y ahora.

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