No pierden esperanza hallar hijo

No pierden esperanza hallar hijo

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Con el dolor de sólo saber que su hijo desapareció con su novia el 15 de septiembre de 2002, que la Policía Nacional cambia a los investigadores del caso cada vez que se percibe una pista y que no enlaza las evidencias, María Cristina de los Santos se aferra a esa esperanza que nunca pierde una madre: volver a ver a su vástago con vida. A cuatro años de que desaparecieran Edgar Armando Báez de los Santos y su novia Rosa Leticia Valera Boitel, María no tolera lo que considera “negligencia de la Policía”.

Los efectos de este suceso son devastadores para la familia Báez de los Santos. El padre joven, Persio Armando, ha padecido dos pre infartos producto de la tristeza, aunque se resisten a darlo por muerto.

Aun así, con una valentía única esta mujer se ha unido a los investigadores policiales para indagar sobre el paradero de su hijo. Pero sus fuerzas agotan y con ello, se cierran las puertas para dar con quienes la noche del 15 de septiembre dejaron su carro abandonado en la avenida España, sin que se sepa ninguna otra información.

Demandó del jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, agilizar la conclusión de este caso.

Edgar, con apenas 20 años, era considerado un estudiante ejemplar de término de la carrera de ingeniería, en la Universidad APEC, y un empleado de sistema calificado dentro de la corporación que lo contrató y que lo enviaba a prestarle servicios a bancos y distintas empresas del país.

De los Santos cuenta que su hijo salió a casa de su novia, de donde irían al cine, pero no retornó. A las 12:00 de la noche, dijo, muy atormentada llamó al celular de su hijo. Al no responderle, marcó el celular de la novia, el que levantó su madre, Rosa, a quien no conocía.

Indicó que la mujer le explicó que su hija tampoco había llegado. “Paso el tiempo, pero ella -la madre de la joven- me dijo: “No ombe, esos muchachos están por ahí”. -”Yo le dije, sí, pero Edgar me dijo que venía temprano porque tiene que trabajar”. La madre sostuvo que Edgar laboraba para el “Grupo Informático”.

Señaló que entre las 1.00 ó 2:00 de la madrugada volvió llamar y la madre de la joven le reiteró que se acostara, que esos muchachos estarían por ahí, a lo que le respondió que su hijo no amanece en la calle. Manifestó que los amores de Edgar no eran formales, sino de universidad con joven matriculada en Contabilidad, por lo que siempre lo cuestionaba acerca de la familia de ella no se acercara a él en el año y pico.

“Yo tengo esa corazonada de madre de que mi hijo está vivo”, explicó, tras descartar que el móvil hubiera sido el robo. Cree que si el interés era matarlo, el cuerpo tendría que aparecer.

De los Santos dio con el paradero de la casa de la joven por una descripción que le había hecho Edgar. El lunes 16 de septiembre, a las 6:00 de la mañana, María se presentó a la casa de la joven en compañía de su hija y un hermano, para pedirles que se unieran a la búsqueda.

Para su sorpresa, dijo, la madre de la joven desaparecida le dijo: “Doña, váyase tranquila que esos muchachos están por ahí, no es lo que usted cree, ellos van a aparecer. Digo doña, pero por qué usted está tan segura sí mi hijo nunca a amanecido en la calle”.

Ante esa situación, se fue al hospital Darío Contreras, temiendo que sufriera un accidente. No logró que la madre de la joven la acompañara argumentado que iría más tarde. “Ella nunca a salido con migo a hacer una diligencia”.

María dice que está confundida con todo lo que ha pasado y afirma que la Policía lo sabe. Expresó que la joven supuestamente no ha aparecido, pero que siente que es la única que busca a su hijo.

Esta madre acude interdiario al Departamento de Homicidio de la Policía. Sostuvo que los familiares de la joven, por el contrario, “fueron a la Policía casi en calidad de detenidos”.

Según María, el padre de la joven, Efraín Valera, está en los Estados Unidos y cuando vino al país decía que se vengaría de quien lo hiciera algo a su hija.

Manifestó que la abuela de la novia de su hijo le planteó que la joven recibió una llamada que la puso muy nerviosa la noche irían al cine, por lo que quería desistir de la salida. La Policía no le ha dicho nada sobre esta llamada y ella teme ser atacada si divulga algo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas