No quieran falsificar la historia

No quieran falsificar la historia

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Los que ahora quieren descalificar, en el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, el antirreleccionismo del profesor Juan Bosch, queriéndolo presentar a las nuevas generaciones como un hombre de coyunturas y no de principios, están argumentando que Bosch colocó la no reelección en la constitución del 29 de abril de 1963, cuando apenas tenía dos meses y dos días gobernando el país, dizque porque salíamos de una dictadura que se había reelegido así misma por varios períodos presidenciales y no por el convencimiento que este tenía sobre lo dañino de la reelección presidencial para la democracia dominicana.

También arguyen los que pretenden falsificar el pensamiento de Bosch, que la debilidad institucional del país en el año 1963 fue otro de los motivos que llevó a Bosch a colocar la no reelección en la constitución. No se equivocan en este razonamiento, lo que pierden de vista los reeleccionistas del PLD, es que esa falta de institucionalidad imperante en 1963 está vigente en el 2007, y cuidado si se ha agudizado en los 44 años que nos separan de aquel momento histórico.

En el año 1988, es decir 25 años después de Bosch colocar la no reelección presidencial en la constitución de 1963, el licenciado Félix Jiménez, alias Felucho, actual Secretario de Estado de Turismo y uno de los primeros altos dirigentes del PLD en propugnar por la reelección del presidente Fernández, escribió un libro titulado “¿Cómo fue el gobierno de Juan Bosch?”, en el cual realiza una entrevista al líder del PLD, en la que este, 25 años después, vuelve a señalar su convencimiento sobre lo perjudicial de la reelección presidencial para el país. Esto significa que 25 años después de votada aquella constitución, definida por el doctor Euclides Gutiérrez Félix, actual secretario de estado encargado de la Superintendencia de Seguros y alto dirigente del PLD que ha abrazado la reelección del presidente Fernández, como la más progresista de la época post dictadura de Trujillo, Juan Bosch seguía convencido de que la reelección presidencial constituye una perturbación para el desarrollo de la democracia en el país.

Pero en el año 1990, es decir, 27 años después de la constitución del 1963, a raíz del fraude electoral de que fue víctima el PLD, producto precisamente de la reelección, los periódicos de la época están llenos de declaraciones del profesor Bosch condenando y denunciando las diabluras de la reelección del doctor Balaguer en ese año. No puede calificarse de coyuntural una acción política ocurrido en el 1963 que es ratificada por la misma persona 25 y 27 años después de esa acción. Vuelvo a indicar una vez más, que para propugnar por la reelección del presidente Fernández y seguir “subido en el palo”, como dicen ahora los reeleccionistas del PLD, incluyendo a su presidente, no hay que estropear la memoria histórica del hombre que fue capaz de organizar a las dos organizaciones políticas liberales que hoy se disputan el mercado electoral en la República Dominicana. Juan Bosch estuvo por encima de la vanidad que otorga el ejercicio del poder en nuestro país, nunca fue su meta gobernar para gozar de las mieles del poder, sus objetivos para el país eran otros y eso lo conocen los que hoy pretender desmentirle. En su discurso de toma de posesión como presidente de la república, el 27 de febrero de 1963, Juan Bosch dijo lo siguiente: “Un gobernante democrático debe tener oídos abiertos para oír la verdad, ojos activos para ver lo mal hecho antes de que se realice, mente vigilante par que nada ponga en peligro la libertad de cada ciudadano, y un corazón libre de odios, dedicado día y noche sólo al servicio del pueblo”.

Quienes quieren convencer a la opinión pública de que el PLD no ha tenido una política antirreleccionista, se olvidan de que en el año 1991 el doctor Leonel Fernández publicó un libro titulado: “Raíces de un poder usurpado”, mediante el cual denuncia ante el mundo que las “elecciones de 1990 constituyeron un nuevo eslabón en la cadena de fraudes, vicios e irregularidades que caracterizan el ejercicio del sufragio en nuestro país”. Esos vicios, fraudes e irregularidades denunciados por el presidente Fernández en su libro, fueron cometidos con el único propósito del doctor Balaguer reelegirse en el poder, y si el poder fue usurpado en 1990 al PLD, fue gracias a la reelección presidencial. Pero además, en el año 2002 el PLD expulsó a 12 de sus diputados que se atrevieron hacer causa común con el PPH, no se sabe a cambio de qué, para introducir la reelección presidencial en la Constitución de la república. Si el PLD no hubiese tenido una definición clara respecto a lo dañino de la reelección presidencial, esos dirigentes peledeístas hoy quizás fueran todavía diputados del PLD en el congreso nacional. No quieran falsificar la historia, Juan Bosch siempre mantuvo una acción clara en contra de la reelección y el PLD lo que había hecho, hasta este momento, era ser coherente con el pensamiento de Bosch.

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