Santiago de Chile, (EFE).- Marco Antonio Pinochet Hiriart, hijo menor del dictador chileno Augusto Pinochet, que murió este domingo en Santiago, expresó hoy que no quiere que representantes del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet asistan al funeral de su padre.

“Espero que por respeto a mi familia no participe el Gobierno, que la gente que sí lo quería se presente a su exequias, pero no quiero actos hipócritas, por respeto a mi madre y a mi familia”, declaró Marco Antonio a radio “Agricultura”.

El velatorio oficial del ex gobernante de facto comenzó minutos antes de las 13.00 GMT de hoy en la Escuela Militar, después de que su cadáver fuera traslado esta madrugada del Hospital Militar, donde falleció el domingo.

Unos 300 partidarios del dictador, muchos de ellos con los ojos llorosos, aguardaban ante las puertas de la Escuela Militar que se permitiese la entrada a la capilla ardiente para rendir homenaje al hombre que gobernó Chile con mano de hierro durante 17 años (1973-1990).

El funeral de Pinochet está previsto para mañana y el Gobierno, que descartó una declaración de duelo oficial, así como honores de Estado, designó a la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, como su única representante en los funerales.

Marco Antonio, también reiteró su malestar y el de su familia por la omisión de los honores de Estado a su padre.

“Le corresponden, porque se entregó por este país y lo sacó de un caos tremendo”, dijo.

Señaló además que la familia está triste, pero resignada. “Estamos muy tristes porque nos dejó, pero con alegría porque estaba preparado espiritualmente”.  Respecto a las manifestaciones de alegría de los opositores a su padre tras su muerte, afirmó que le dan pena, pero las considera “parte de la miseria humana”.

Marco Antonio confirmó que el cadáver de su padre será incinerado, pero no reveló qué harán con sus cenizas.