“No sabemos exactamente cómo será el día a día”

“No sabemos exactamente cómo será el día a día”

El pasado martes 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud y, obviamente, debido a la pandemia del nuevo coronavirus o COVID-19 que afecta a todo el planeta, quisimos saber cómo encontró esta fecha a los médicos que día a día se enfrentan a cientos de pacientes que están infectados con este virus.
Vía “online”, entrevistamos a la infectóloga internista Claudia Blanco Conde, del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT) y de la Clínica Corazones Unidos.
Su respuesta a cómo encuentra este día el Sistema de Salud por la situación de la propagación de la pandemia fue la siguiente: “Cada vez que hay algo nuevo no sabemos a ciencia cierta cómo van a progresar las cosas y eso es exactamente lo que nos está pasando con el COVID-19, pasamos, como médicos, de saberlo ‘todo’, a la incertidumbre de no saber qué está pasando y mucho menos qué estamos haciendo”.
Un día actual en la vida de la doctora. “Despierto a las 5: 30 de la mañana, me levanto, me alisto, tomo un café, reviso lo pendiente en el celular, incluyendo pacientes que sigo de manera virtual y necesitan recetas o algo para controles. De ahí me voy a trabajar hasta terminar de ver a los pacientes ingresados. La hora de llegar a mi casa varía según el estado de los pacientes y la cantidad que debo atender”…
Respecto a la pregunta de qué siente cuando ve a un paciente en estado de gravedad, nos dice: “Como médico no es tanto lo que sentimos al ver a una persona grave, sino lo rápido que se deterioran en cuanto al sistema respiratorio, muchos en tus narices, muchos en tratamiento y seguimiento ambulatorio y otros que, lamentablemente, llegan tarde al hospital por la razón que sea”.
Expresa: “Mi sentir más profundo es ver un paciente en ventilación mecánica o a pocos minutos de colocarse y no poder decir nada a su familia antes de ser sedado, pero peor aún, sabiendo que su familia no lo ha vuelto a ver desde el día que lo llevó a la emergencia porque estaba enfermo”.
“En ese momento yo me pongo en su lugar y no puedo negar que el corazón se me arruga”, continúa la doctora con su desgarrador testimonio para los lectores de ¡Vivir! “Es una situación difícil, ver a pacientes solos 24/7 y nosotros no poder hacer más que tratar de mantener la calma y dar nuestra mejor sonrisa (aunque no se ve con la mascarilla) solo para darles confort y seguridad durante ese momento de soledad e incertidumbre. Como médicos estamos acostumbrados a ver pacientes morir, pero estoy segura que esta situación nos cambiará ese sentir”.

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