POR LILY LUCIANO
Las celebraciones y el consumo de alcohol han ido siempre de la mano, y la tendencia no presenta signos de cambios. En Navidad, esa vinculación entre las bebidas alcohólicas y cualquier evento social se reafirma: las reuniones familiares o de amigos que tanto abundan en estas fechas constituyen una ocasión propicia para ingerir más alcohol que de costumbre.

Si se toma en exceso, el alcohol puede amargar la fiesta  a los que le rodean. Tome en cuenta hoy, 24 de diciembre, que la vida continúa y que por lo regular los excesos de alcohol en Navidad pasan una dura factura a las personas causando problemas de salud, así como  accidentes  automovilísticos.

Los problemas de salud más habituales son los derivados del exceso que hacemos con la comida y las bebidas, y por lo regular  luego de las fechas navideñas, los principales hospitales de la capital y el interior del país se llenan de personas intoxicadas y accidentadas, producto de la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas. Con el alcohol las partes del cuerpo que más sufren son:  el estómago, el intestino delgado, el colon, hígado y cerebro.

Pautas a seguir

No olvide que el alcohol es un tóxico; una droga socialmente admitida.

No permita que niños y menores de edad consuman bebidas alcohólicas.

Evite la ingesta de estas con el estómago vacío. Cuanto más lleno esté el estómago, más tardará el alcohol en llegar a la sangre.

Si bebe, hágalo en pequeñas cantidades y acompañando siempre a la comida. Proteja el estómago con alimentos calóricos y grasos: embutidos, quesos o frutos secos. La grasa absorbe el alcohol.

Alterne las bebidas alcohólicas  con refrescos, zumos o agua.

Tome con moderación. No pase de los 300 centilitros de vino al día, que equivale a 35-40 gramos de alcohol puro, según la graduación del vino. En el mejor de los casos, el hígado metaboliza 25 gramos de alcohol a en una  hora, por lo que si toma 125 gramos de alcohol (una botella de vino), éste circulará por   menos durante 5 horas por en la sangre.

Las mujeres deben tener mayor  cuidado con las bebidas alcohólica, ya que por disponer de menos agua en el cuerpo, esta llegan más rápido a la sangre. El hígado femenino metaboliza más lentamente el alcohol, por eso no abuse de el.

Sea precavido si siga  algún tratamiento médico. El alcohol no es amigo de los medicamentos, en algunos casos el tratamiento no le hace efecto, en otros  extremos causa trágicos efectos secundarios.

 Aún  en pequeñas cantidades el alcohol ejerce un efecto depresor sobre el sistema nervioso. Disminuye la capacidad de conducción y los reflejos y aumenta las probabilidades de un accidente.

No consuma bebidas alcohólicas después de practicar deportes; su acción potencia la deshidratación típica que provoca la actividad física y produce vasodilatación.

Consumido en exceso, el alcohol altera el sueño y produce efectos tóxicos, en los cuales la resaca es sólo un síntoma.

Contra la resaca

Los remedios caseros contra la resaca sólo atenúan en  los síntomas, al no eliminar la impregnación alcohólica del organismo, que puede durar horas. Si desea aliviar la resaca lo más adecuado es la aspirina o un analgésico  similar, el café y las vitaminas de los grupos B y C. Una ducha caliente que finalice con agua fría estimulará la circulación sanguínea y ayudará a eliminar nuestras toxinas.

Descanse y duerma todo lo posible. Pasear al aire libre ayuda a combatir los mareos. No obligue  al estómago; lo mejor es consumir alimentos suaves, caldos, vegetales y frutas.

 Con la resaca apetece a veces  quedarse en la  casa y  leer un libro, pero no es muy recomendable, ya que aumenta el dolor de cabeza. Lo mejor es distraerse (ir al cine resulta perfecto) y hacer ejercicio físico moderado, al aire libre.

Y, sobre todo, olvide el refrán  «un clavo saca a otro». No recurra jamás al alcohol para combatir una resaca.