No se gana con encuestas

No se gana con encuestas

Es preocupante oír a las dos tendencias que luchan por ganar la convención del PRD, hablar de las encuestas. Es como si estuvieran totalmente convencidos de que sus datos son los reales y el del otro falso. Pero más grave es escuchar las diferencias que dan esas encuestas de acuerdo a la opinión de cada grupo. Un lado habla de que están arriba 60% a 40% y el otro 70% 30% y eso es muy peligroso a la hora de contar los votos.

Sabemos el efecto sicológico que tienen las encuestas, pero sus resultados son tan absurdos y extremistas que muy pocos le están prestando atención. Por eso, todo el mundo te pregunta ¿y  quién tú crees que gana, Hipólito o Miguel?

Lo importante aquí es que los dos candidatos no consideren que si pierden las elecciones hay fraude por default, ya que las encuestas lo daban ganador. El fraude hay que demostrarlo, porque cualquier intento de armar líos después de la convención, le costará políticamente caro al que lo promueva.   

La verdad es que nadie tiene idea de quién será el triunfador de esa convención por lo siguiente:

1. Los votantes son apáticos cuando se trata de las elecciones internas de su partido, lo que puede comprobarse en pasadas convenciones, en las que la proporción de inscritos que votan es muy baja, ya que a muchos le es indiferente quien gane aunque tengan sus ligeras preferencias.

2. En el caso del PRD, que son elecciones abiertas donde pueden votar todos los que no están inscrito en otro partido, la situación es más complicada, ya que esos potenciales votantes son una variable impredecible, dado su bajo nivel de compromiso político. 

3. Los partidos contrarios también pueden bajar líneas o apoyar subrepticiamente a uno u otro candidato, lo cual hemos visto en el pasado y que ahora se observa con mas énfasis.  

4. Por las razones anteriores, será determinante la capacidad de cada candidato para ayudar al votante a que vaya a las urnas, sea del partido o del sector externo, ya sea facilitándole transporte, algunos viáticos cuando hay distancia por el medio o cierta orientación sobre dónde votar.  O el rol que jueguen los dirigentes de base en movilizar a su gente para que vayan a las urnas, asegurándose que ese voto favorezca a su candidato.

5. En definitiva, la organización, los recursos disponibles y el número de personas que se movilicen para ese día  a fin de asistir al votante, serán determinantes para obtener el triunfo.

Bajo este escenario es difícil predecir quién ganará, aunque días antes de la convención algunas encuestas, que no estén manipuladas, puedan acertar sobre los resultados, ya que hay métodos estadísticos muy avanzados para bregar con estas imprecisiones. Pero el mismo día de la votación es cuando todo se definirá, ya que a última hora los factores mencionados pueden inclinar la balanza de un lado u otro, independientemente de las encuestas.

Ante esta disyuntiva, ¿cuál es nuestro mensaje al PRD? Que ambos candidatos deben firmar un pacto o compromiso firme de respetar los resultados de las votaciones y apoyar al ganador en las elecciones del 2012. Ese pacto puede llegar más lejos, comprometiendo al candidato electo a la Presidencia de la República a conformar un Gobierno compartido con su oponente, en caso de ganar en el 2012. A fin de cuentas son dos caras de la misma moneda.

Solo así se llega al poder, porque ganar la convención no garantiza absolutamente nada si no hay unidad y se deja de lado la intolerancia y el revanchismo.

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