No se han dado detalles de la muerte de Lauren Bacall

No se han dado detalles de la muerte de Lauren Bacall

NUEVA YORK. Lauren Bacall, la sensual actriz de voz excitante que creó magia con Humphrey Bogart en las películas “To Have and Have Not” y “The Big Sleep”, y creó magia fuera de la pantalla en uno de los matrimonios más celebrados en Hollywood, falleció el martes a los 89 años.

Bacall, quien en su larga carrera obtuvo dos premios Tony y un premio Oscar honorario, murió en Nueva York. Robbert J.F. de Klerk, socio administrador de la herencia de Bogart, indicó que Bacall murió en casa, pero declinó ofrecer más detalles.

Stephen Bogart, hijo de la actriz, confirmó la muerte de su madre a de Klerk.

Ella estuvo entre las últimas estrellas de la vieja época de Hollywood y su leyenda, y la leyenda de “Bogie y Bacall” —la pareja de carácter duro que podía pelear y hacer las paces como los mejores — comenzó casi desde el momento en que ella apareció en la pantalla.

Era modelo de modas y actriz de papeles pequeños en Nueva York antes de mudarse a Hollywood cuando tenía 19 años, y consiguió fama de inmediato en 1944 con una escena en su primera película: “To Have and Have Not”.

Al salir de la habitación de hotel del personaje interpretado por Bogart, ella murmuró: “No tienes que decir ni hacer nada. Nada en absoluto. Oh, quizá sólo silbar. “¿Sabes cómo silbar, no es así, Steve? Sólo juntas tus labios y soplas”. Bacall tenía menos de la mitad de la edad de Bogart, pero era tan lista e insensible como él.

Su mirada maliciosa, con la barbilla inclinada hacia abajo y los ojos avivados, se sumaron a su fama; la apodaban “La mirada”. Bogart y Bacall se casaron entre encabezados noticiosos en 1945 y fueron coprotagonistas en tres películas más: “The Big Sleep” (1946), “Dark Passage” (1947) y “Key Largo” (1948). Su matrimonio duró hasta la muerte de él de cáncer en 1957.

Para su frustración ocasional, se le recordó mucho por su relación con Bogart y la industria la trató más como a una estrella que a una gran actriz. Bacall vivió 50 años más que su esposo, pero nunca superó su estatus de icono.

El verdadero nombre de la actriz era Betty Joan Perske y nació en el barrio del Bronx el 16 de septiembre de 1924. Fue criada por su madre, una inmigrante rumana luego de la separación de sus padres cuando era niña (su madre usó parte de su apellido, Bacal y Betty le agregó la otra l cuando se convirtió en actriz).

“Mi infancia es una confusión”, escribió Bacall en su autobiografía “By Myself”. En ella contó las pesadillas por las discusiones de sus padres, los problemas de su madre para ganar lo suficiente para vivir y la ocasión en que la enviaron a un internado.

Diana Vreeland, la afamada editora de la revista Harper’s Bazaar, creyó que sería una gran modelo de modas y Bacall apareció a menudo en la publicación.

La esposa del director de cine Howard Hawks le vio en la portada de la revista y la recomendó para que se le extendiera un contrato en Hollywood. Hawks se convirtió en su mentor, la adiestró como actriz y la presentó en la sociedad de Hollywood.

Preparaba la cinta “To Have and Have Not” en la que Bogart sería la estrella basada en un cuento de Ernest Hemingway con guión de William Faulkner. En su autobiografía contó que al conocer a Bogart “no hubo un relámpago ni estruendo de truenos, apenas un sencillo `¿cómo estás?”’.

En el primer día de rodaje sus manos temblaban tanto que no podía hacer una escena sencilla en la que encendía un cigarrillo. “Al final de la tercera o cuarta toma”, recordó en el libro, “me di cuenta de que la única manera de evitar que mi cabeza temblara era mantener la barbilla baja, casi pegada en mi pecho, y levantar los ojos hacia Bogart.

Funcionó y ese fue el comienzo de `la mirada”’. Bacall actuó en películas durante más de medio siglo, pero no fue hasta 1996 cuando recibió una nominación al premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas: como actriz de reparto por su papel como madre del personaje interpretado por Barbra Streisand en “The Mirror Has Two Faces”.

Aunque era una favorita sentimental para recibir el galardón, perdió ante Juliette Binoche en la cinta “The English Patient” (El paciente inglés).

Ella finalmente obtuvo una estatuilla en noviembre de 2009 cuando se le entregó un Oscar honorario en la nueva gala de la Academia denominada Premios Gobernadores. “La idea de que cuando llegue a casa voy a tener en mi habitación un hombre con dos piernas es excitante”, dijo sarcásticamente.

Bacall fue siempre una estrella. Con su figura esbelta y ondulante cabello rubio, nació para los trajes sastre y vestidos de seda. En programas de televisión exhibía una imagen similar a sus papeles en la pantalla grande: era franca, incluso ruda, con un trasfondo de humor sardónico, todo lo cual demostró en su exitosa autobiografía de 1979 “By Myself”, que superó obras de William Saroyan entre otros autores para ganar el National Book Award. Publicó una versión actualizada en 2005, “By Myself and Then Some”, señalando que a medida que envejecía “no siento la diferencia; pero demonios, claro que existe”.

Cuando su carrera cinematográfica se desvaneció, regresó al teatro. Estelarizó la exitosa comedia “Cactus Flower” y bailó con energía en “Applause”, una versión musical de la película clásica “All About Eve”, con la que obtuvo su primer premio Tony en 1970.

Consiguió su segundo Tony en 1981 por “Woman of the Year”, obra basada en una cinta que estelarizó su ídolo, Katharine Hepburn. Tuvo otro triunfo en Londres con “Sweet Bird of Youth” en 1985. Siempre protegió el legado de Bogart y criticó a los que trataron de lucrar con su imagen.

En 1997 apareció en el Chinese Theater en Hollywood en ceremonias para presentar la estampilla Humphrey Bogart del Servicio Postal de Estados Unidos. Cuando el Instituto de Cine Estadounidense compiló su lista de leyendas de la pantalla cinematográfica en 1999, Bacall ocupó el lugar 20 de 25 actrices. Bogart encabezó la lista de actores.

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