¡No se metan con los guardias! Esa fue la advertencia de los gestores del entramado de corrupción y lavado de activos desarticulado con la Operación Coral 5G a subalternos interrogados por la Procuraduría Anticorrupción (Pepca), y cuyos testimonios fueron incluidos como pruebas en la solicitud de medida de coerción.

El esquema para el enriquecimiento ilícito desde los cuerpos de seguridad de Turismo (Cestur) y de la Presidencia (Cusep) era el mismo entre todos los beneficiarios, según la investigación del Ministerio Público.

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Este general del Ejército imputado habría manejado un total de RD$59 millones a través de cheques emitidos desde la cuenta del Cuerpo de Ayudantes Militares del presidente de la República.

De acuerdo con el Ministerio Público, es una persona de confianza de Adan Cáceres Silvestre y Rafael Núñez de Haza, arrestados en la Operación Coral 1.

Fue director general del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro (Cesmet), cuando en agosto del 2016, apadrinado por Cáceres Silvestre, fue nombrado Comandante del Primer Regimiento de la Guardia Presidencial, que ocupó hasta el 2020.

En ese período adquirió terrenos y construyó una mansión en el residencial Las Colinas del Oeste por un valor de RD$24,460,472.37, “utilizando el mismo modus operandi” de los coimputados Torres Robiou, Cáceres Silvestre y Franklin Antonio Mata Flores, dice la acusación del MP.

La compra-venta del inmueble se hizo a través del Consorcio Guzmán, propiedad de la también coimputada Rossy Guzmán Sánchez (la Pastora).

Otra evidencia del considerable aumento de su patrimonio en el ejercicio de sus funciones es la adquisición de otros tres inmuebles en el Distrito Nacional, incluida una unidad funcional en el Condominio Residencial “Torre Melcon IV, con una superficie de 272.89 metros cuadrados.