No se nace mujer, se hace

No se nace mujer, se hace

Simone de Beauvoir nació el 9 de enero de 1908 y murió el 14 de abril de 1986. Esta inmensa mujer que habitó plenamente el siglo XX supo encontrar las palabras para explicar el malestar de millones de mujeres.

Su rica obra literaria, sus numerosos ensayos y las tan lúcidas crónicas de su vida, hacen de ella la mujer que probablemente influyó más en la revolución silenciosa y pacífica de las mujeres en todo el mundo occidental. Con su vida cotidiana y con su producción intelectual interrogó los cimientos sobre los cuales se sustentan las relaciones de dominación entre hombres y mujeres.

Dejó un acervo de datos que, aún hoy día, siguen siendo de una enorme utilidad para los análisis de la condición femenina. En ese sentido, El segundo sexo (1949) ese ensayo de casi mil páginas que posibilitó la presencia y expansión del feminismo en el mundo entero, hoy se sigue reconociendo como una obra fundamental.

Su impresionante lucidez sociológica permitió dar sentido y un sustento filosófico a la nueva problemática de los derechos de las mujeres, posibilitando profundos cambios socio-políticos y culturales en la segunda mitad del siglo veinte. Es así como Simone de Beauvoir participó intensamente en las polémicas del feminismo francés, uniéndolo con grandes luchas políticas del momento. Con Jean Paul Sartre, nos regaló una nueva ética del amor que se esforzó por vivir hasta las últimas consecuencias. El pacto que construyó con él desde 1929, momento en que se conocen, duraría hasta la muerte de este último, en 1980. Un pacto de dos adictos a las ideas, a la discusión, a la sinceridad, a la lucidez, a la acción y a los compromisos políticos.

De hecho, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre no dejaron un solo instante de enriquecer su relación con su permanente atención reflexiva y crítica sobre el mundo y sobre sus respectivas obras. Rodeados de la intelectualidad francesa de la época -André Malraux, André Gide, Albert Camus, Louis Aragón, Boris Vian, André Breton, Merleau-Ponty, Jean Cau, Picasso, Edgar Morin, Jean Toussaint Desanti, Georges Bataille, las hermanas Kosakiewicz y muchas otras y otros menos conocidos pero todos brillantes-, Beauvoir y Sartre no cesaron de inventar la vida día a día.

Durante muchos años, la vida de Simone de Beauvoir fue criticada y de hecho,  fue objeto de varios calificativos, por sus publicaciones sobre el feminismo, como son: insatisfecha, frígida, ninfómana, lesbiana, existencialista, ella lo era todo, incluso madre soltera. Por supuesto, el Vaticano puso “El segundo sexo” en su lista negra, y aún lo mantiene con sus diatribas contra el feminismo y las feministas.

Durante todo este año se rinde en Francia, homenaje a la vida y obra de esta mujer, convirtiendo sus textos en motivos de conversación, análisis y debate público.

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