Las perspectivas del sistema de pensiones vigentes en el país no son halagüeñas, porque no está cumpliendo con cubrir la mayor cantidad de trabajadores, y las pensiones que recibirían los trabajadores en el futuro no serían aceptables, por lo que se hace necesario una revisión de las reglas y el marco jurídico del sistema, pero además el ambiente económico en el cual se desenvuelve.
La advertencia está contenida en un trabajo del vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), Ernesto Selman, quien afirma que ese centro ha finalizado un estudio que incluye propuestas de reformas específicas a los estatutos que rigen el sistema de pensiones, pero también incluye un conjunto de reformas institucionales, jurídicas y económicas que deben mejorar las condiciones generales de la economía dominicana. Los trabajadores merecen saber que podrán contar con ingresos aceptables al final de sus vidas productivas.

Selman explica que el sistema de pensiones del país tiene cuatro pecados capitales que deben ser superados.
El primero es el alto desempleo. “Una medición amplia del desempleo en la economía dominicana nos indica, entonces, que el 18.4% de la fuerza de trabajo no tiene empleo, quisiera trabajar más o está disponible para trabajar y no encuentra dónde”, afirma.
El segundo es la alta informalidad laboral, que “es un factor omnipresente en la economía dominicana, cuando observamos que un 58.9% de los que tienen empleo se desenvuelven en la informalidad”.
Dice que la elevada informalidad laboral se debe a políticas públicas que penalizan o hacen más costoso el empleo formal.
El tercer pecado son los bajos salarios causados por los altos costos empresariales, que hacen que las empresas se vean forzadas a ajustar los costos de producción a través de los salarios.
El cuarto pecado son las pocas opciones de inversión en el mercado de capitales.
Directa e indirectamente, el 85% de los ahorros de los trabajadores está colocado en títulos de deuda del Estado dominicano. Sólo un 4.2% está colocado en títulos emitidos por empresas; el resto en fondos de inversiones (0.3%) y organismos multilaterales (0.1%).
Explica que los fondos de pensiones son recursos frescos que se acumulan todos los meses y se han convertido en presa fácil para financiar los déficit fiscales y cuasi-fiscales.