Noche de gloria deportiva

Noche de gloria deportiva

POR MARÍA MERCEDES
Sin duda, el año pasado el deporte dominicano se vistió de gloria cuando el 26 de agosto, Félix Sánchez le dio la primera medalla olímpica al país en los Juegos Olímpicos de Atenas en la modalidad de los 400 metros planos con vallas. Por eso, aunque el calendario marca enero de 2005, esa hazaña sigue latente en la mente de cada dominicano que se unió en total algarabía a su inolvidable triunfo.

Para premiar al velocista Félix Sánchez por su extraordinaria labor, y a los demás atletas que fueron elegidos por sus respectivas federaciones como los mejores por su gran desempeño en el 2004, el Comité Olímpico Dominicano realizó su cena anual, que cuenta con el patrocinio de la Cervecería Nacional Dominicana.

Antes de iniciar la ceremonia, los abrazos que se dispensaban los presentes dejaron al descubierto que esa fue la ocasión ideal para desearse parabienes durante este año.

Al pronunciar las palabras de bienvenida, Rodolfo Espinal destacó la presencia del vicepresidente de la República Rafael Alburquerque, quien asistió en representación del presidente Leonel Fernández; Felipe Payano, secretario de Deportes; Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD).

Seguidamente, Rafael Menicucci, presidente de la Cervecería Nacional Dominicana (CND), en su discurso garantizó que la empresa seguirá apoyando el deporte dominicano a través de las ligas, clubes, federaciones y asociaciones, como lo ha hecho a través de los años. «La práctica del deporte fomenta el desarrollo de los valores morales y promueve valores fundamentales como la solidaridad, el respeto y la justicia».

De igual forma, Luisín Mejía resaltó la importancia del deporte para el futuro de la sociedad dominicana.

Concluido el turno de los discursos se dio paso a los momentos cumbres de la celebración. Por eso, lleno de emoción, se le vio subir a Félix Sánchez al escenario a recibir dos galardones, pues fue elegido como el deportista masculino de atletismo, al tiempo que recibió el mayor galardón del deporte dominicano.

En su honor, el escenario fue decorado con una pista de atletismo, pues en ese terreno aportó la primera medalla de oro olímpica al país en los pasados Juegos Olímpicos de Atenas.

Félix Sánchez en sus entrecortadas palabras animó a los deportistas criollos. «Lo más importante no es que yo gané esa medalla, sino que los dominicanos sí podemos».

El rey de las vallas pidió disculpas si sus palabras no salían muy claras por la emoción que sentía. Recordó que para él ese momento fue muy significativo. «Ese día, en las Olimpíadas, cuando entré al Estadio tenía la presión del mundo, pero puse mi fe en Dios y sabía que iba a llegar a la meta victorioso».

Para hacer más emotivo el acto, a través de la pantalla gigante presentaron un especial de la inolvidable carrera con la que ganó la medalla olímpica.

Agregó: «Tengo que dar gracias a Dios porque no lo hubiera hecho sin Él, quien siempre me cuida». Fue entonces cuando a viva voz dijo: «Yo soy dominicano». Esa expresión, que con tanto orgullo pronunció hizo que los presentes le regalaran el aplauso más grande de la noche.

Félix Sánchez, quien estuvo acompañado de su padre Félix y por su manejador Tony Campbell recibió de manos de Rafael Menicucci, un cheque otorgado por la Cervecería Nacional Dominicana por valor de RD$75.000.

En el acto no sólo se vio a un Félix Sánchez emocionado al recibir sus dos premios, sino que también demostró su amor por el merengue cuando en la presentación de El Jeffrey subió al escenario, en el momento en que interpretaba la canción «Mi tierra».

Esa noche, también fueron reconocidos Enrique Antonio Ripley Marín, quien el primer presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina) y a Bienvenido Martínez Brea, quien estuvo vinculado con la construcción del Estado Quisqueya, el Parque de la Normal, el Tetelo Vargas en San Pedro de Macorís, el Estado Cibao en Santiago y el Hipódromo Perla Antillana.

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