Noctambulario

Noctambulario

Es una de las mejores épocas del año. Aunque  en esta media isla vivimos en un verano permanente.

Pues bien, la semana pasada, cuando la Cervecería Nacional Dominicana anunciaba el inicio de “su verano” y el hotel donde se realizó el evento fue una alegoría de pachanga y bonche -sin dejar de mencionar el magnífico trabajo que realizara Fidel López para darnos la impresión de escenario soleado y cubierto de palmeras, neveritas térmicas, chicas y chicos con poca ropa-, pensé en la cantidad de veces que me he escapado a cualquier piscina (no en mi casa, porque allí no tengo y no tanto a la playa, porque tengo cierta resistencia al agua salada) para arrancarme, como de cuajo, el calor que me mata.

También imaginé que el verano sirve para hacer nuevas amistades. Caso 1: Te vas a un balneario cualquiera, supón tú que tus amigos, novia o novio no te quieren acompañar y sales a refrescarte y al lado tuyo, en el “cheilón” más cercano, hay un grupo de tres o cuatro que te invitan a tomarte una cerveza con ellos, o a destapar un pote “pa la calol”, en media hora qué digo yo amigos, hermanos es lo que son.

También sirve para ligar. Caso 2: Es mediodía. Estás en un tapón “der diañe”, en plena 27 con Núñez de Cáceres, a tu lado ves a una jeva que como tiene poca gasolina, no ha puesto el aire acondicionado y se está ahogando, tú, todo galante, llamas al joven que vende botellas de agua “congelᔠen esa vía, le pagas la botella y le dices que se la alcance a la señorita, claro, procurando que ella escuche cómo lo dices. Entonces te mira, toma el agua, sonríe, le haces señas de que te dé su nombre y teléfono, si ella accede, “la macó”, porque tú siguiente paso será conquistarla. Ay, que viva el verano.

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