La celebración de la tercera versión de DominicanaModa 2008 fue todo un acontecimiento.

  Diseñadores locales y extranjeros exhibiendo sus colecciones más actuales, en el único y primer evento de esa magnitud del país, gracias a la visión de Fidel López, Sócrates McKinney y Mirka Morales, es digno de ser respaldado.

Ahora, lo que más disfruté -tomando en cuenta que soy un “fashion victim” o un “fashionista”, o un “fashionable”, como quieran llamarle, fueron las noches alrededor de la piscina, donde el verdadero “bonche” se hizo presente. Desde la ambientación, con esos boogaloos tan lounge; la música -ora en vivo, ora programada- y el ambiente tan distendido, me mantuvieron sujeto durante toda la semana y no hubo noche que no asistiera. Los after parties, que comenzaban justo cuando acababa el último desfile, se convertían en la oportunidad  de continuar con esa gran fiesta de la moda, envueltos en el aura del “glam” y la psicodelia. Cada quien estaba en su propia onda, con el grupo que anduviera, observando a las y los modelos, ya no desfilando, ya despojados de los vestidos de diseñadores, en su esencia más pura, tomándose sus tragos y danzando, como mejor podían, la música que sonaba en los altoparlantes. El año pasado fue igual. Cada noche un bonche colectivo. Yo felicito a los organizadores  por la iniciativa, a Siddy Roque por las atenciones a la prensa y a todos los que se involucraron en la organización. Esperamos más bonches para el año que viene. He dicho.