Cuando el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, nominó a James Wally Brewster como embajador de los Estados Unidos en el país, de seguro no imaginó que la preferencia sexual del diplomático se convertiría en uno de los principales temas de debate de la sociedad dominicana. La controversia surgió ante el rechazo que ha provocado la designación de Brewster, activista de la comunidad gay, en sectores conservadores y denominaciones religiosas que nunca han ocultado su tradición homofóbica.
A pesar de sus críticas, sin embargo, es un hecho que Brewster vendrá a República Dominicana como embajador. Y es que, tal como lo explicó el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, sería una indelicadeza del Estado dominicano rechazar su nominación.
Pero Pina Toribio aclaró, además, que si Brewster ya fue designado es porque la República Dominicana lo aceptó. Por otro lado, Pina dijo que la condición objeto de rechazo no constituye una limitante para el ejercicio de las funciones diplomáticas que desarrollará Brewster en el país.