MIAMI. AFP.  El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega pidió ayer a una corte de apelaciones estadounidense no ser extraditado a Francia e insistió en que por su estatus de prisionero de guerra debe ser devuelto a Panamá, argumentó su abogado ante un tribunal en Miami.

Un panel de tres jueces escucharon en una audiencia de media hora, en la que no estuvo presente Noriega, los argumentos de la defensa del ex militar y de los fiscales del gobierno estadounidense, que apoyan la extradición a Francia donde el ex dictador está acusado de lavado de dinero.

Se espera que en esta instancia de apelación la decisión sobre el espinoso asunto pueda llevar algunos meses.

La defensa de Noriega volvió a plantear, como ya lo hiciera en procesos previos donde se autorizó su extradición, que la Convención de Ginebra protegen sus derechos como prisionero de guerra, estatus que le fue dado en Estados Unidos tras ser capturado en Panamá en 1990.