Normalidad retorna a poblados fronterizos Haití

Normalidad retorna a poblados fronterizos Haití

QUANAMINTHE (Haití). La paz, durante unos días quebrantada por el terror y la violencia armada de los rebeldes que motivaron la caída del gobierno de Jean Bertrand Aristide, retornó ayer a este y otros poblados haitianos, tras la brusca salida del ex presidente, en tanto que en la frontera que divide esta nación de su vecina República Dominicana, ahora hay una calma total.

Ahora los disparos y las detonaciones de bombas que fueron tan frecuentes, ya no se escuchan y el terror ha desaparecido de las calles haitianas desde que Aristide abandonó este país, mientras muchos haitianos aspiran a que Haití y la República Dominicana fortalezcan sus relaciones.

En el tradicional mercado que se instala los lunes y viernes, los haitianos adquirieron ayer muchos productos criollos. Algunos tiraban de carretones en los que transportaban los alimentos, mientras otros los cargaban a la cabeza o en la espalda.

Por mediación del dirigente rebelde, Jhonny Víctor, encargado de la frontera haitiana, los periodistas de este diario pasaron a este poblado y sin ningún obstáculo, los haitianos ofrecieron informaciones y compartieron con dominicanos.

Víctor saludó con un apretón de mano a un oficial de puesto en el lado dominicano, en señal de una nueva etapa y demostración de amistad de los criollos con los haitianos.

En la noche, esta población al igual que otras tomadas por los insurgentes, se desenvuelven con normalidad, pero en otros puntos hay tráfico de combustibles que se les vende a sobreprecios a grupos de haitianos.

En el trasiego de combustibles, pese a que las autoridades alegan tenerlo controlado, se mueven sectores que sobornan a vigilantes e incluso, a vendedores de las estaciones gasolineras de Dajabón, en la República Dominicana.

“Los haitianos estamos alegres, porque a partir de ahora viviremos una abierta democracia. Queremos evitar que nuestros compueblanos tengan que cruzar la frontera o arriesgarse a tomar el mar con destino a Miami» dijo uno de los rebeldes que rehusó identificarse.

La frontera haitiana por el lado de este poblado está bajo el dominio de los rebeldes, los cuales controlan todas las oficinas públicas a excepción del comercio con la República Dominicana.

[b]HABLA EL CONSUL[/b]

Mientras tanto, el cónsul Jean Batipte, expresó su esperanza, junto a otros de sus compueblanos, de que se constituya un gobierno compartido.

Batipte, denunció, empero, que sectores contrarios a las libertades públicas propician una democracia distinta a la que promovió Aristide, al tiempo que reclamó que el nuevo gobierno, con la ayuda de la comunidad internacional, no siga cazando a seguidores del depuesto presidente.

«El movimiento Lavalás está atravesando por dificultades y la razón es que están persiguiendo a sus dirigentes. Muchas personas quieren que el partido sea desintegrado, pero el interés de Lavalás es seguir luchando para bienestar de los haitianos, para seguir desarrollando una buena estructura política», dijo.

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