Mucho procede, para la calidad del turismo dominicano y la buena imagen del país ante visitantes y viajeros en general que arriban por puertos y aeropuertos, transmitir una clara impresión de seguridad y orden y no de rebatiñas entre proveedores de transporte.

El rechazo turbulento de taxistas tradicionales a la prestación de servicios de locomoción por vías de plataformas digitales debe debatirse con flexibilidad para que este destino caribeño no aparezca como irracionalmente opuesto a las innovaciones que han creado opciones diferenciadas y eficientes para el desplazamiento de sus huéspedes.

República Dominicana es una potencia regional con espacios vacacionales en reactivación y crecimiento. La hotelería local es una de las columnas de la economía nacional con un excelente ritmo de desarrollo que acrecienta su importancia.

Las reglas para operar transportes públicos en el país tienen que garantizar los derechos y la seguridad de los usuarios y dar apertura a conductores basados en tecnologías que han ganado aceptación en este medio y en el exterior.
Los choferes sindicalizados, que exigen razonablemente que las reglas sean iguales para todos, pueden coexistir con quienes operen de otro modo. Autorizados por el organismo competente, rotulados y sujetos a pagos institucionales. Las ventajas de la comunicación digital están disponibles para todo el que quiera ponerse al día con la modernidad.