POR IVÁN GATÓN
Debido a la importancia económica del mundo árabe y al gran desconocimiento que sobre su religión y costumbres existe en occidente, se hace imprescindible tomar en consideración una serie de normas protocolares que permitirán a los individuos un mejor desempeño en las metas que se hayan propuesto para hacer negocios en esta zona del mundo.
Veamos a continuación una serie de reglas que permitirán a los visitantes al Medio Oriente un desempeño decoroso:
Introducción, gestos y saludos:
Cuando un árabe le conoce por primera vez, debe conocer su historia social, profesional y académica, así como la edad antes de que lleve a cabo ningún tipo de negocio o prosiga la conversación. Utilice su mano derecha al hacer gestos para evitar sugerir falta de pulcritud. Cuando le estrechen las manos tome en consideración el gesto de colocar la mano derecha sobre el corazón, pues es una muestra de respeto o sinceridad.
Expresar que algo es excelente se hace con las palmas abiertas hacia las personas y utilizar el dedo pulgar hacia arriba, algo común en occidente, tiene connotación obscena para los árabes. Las gracias, o que algo es suficiente, se expresa dando palmaditas en el corazón. Es común que los árabes se den la mano con mucha cortesía, razón por la cual no debería sorprenderse si mantienen sus manos sujetadas, cuando desean mostrar su más alta consideración y respeto le atraerán hacia él y puede que le bese en ambas mejillas, la nariz, o la mano.
Es inaceptable las muestras de afecto entre personas de sexos diferentes.
Es considerado extremadamente mal educado sentarse con los pies encima de un mueble o una mesa de despacho y se tomará como un insulto si sus pies apuntan hacia alguien. En general, una persona debe de mantener ambos pies en el suelo.
Cuando le ofrezcan algún refresco, muy común entre ellos, la persona objeto del ofrecimiento debe saber que para ellos es considerado educado el declinar, por lo menos dos veces.
La familia
El padre es la cabeza de las familias (un sistema patriarcal) y estas constituyen la unidad básica de la sociedad y juegan una función importante en la vida de la persona. Se mantienen fuertes y muy unidas, todas las actividades giran alrededor de la misma y cualquier logro de uno de sus miembros aumenta su reputación y honor.
Las personas de Oriente Medio ganan estatus habiendo nacido en la familia adecuada. (Si Alá no quisiera que fueses importante y rico, habrías nacido en el seno de una familia pobre). La movilidad social, indistintamente del estatus de nacimiento, empieza a aparecer, pero sigue siendo un concepto muy reciente.
Siempre debe hablar positivamente de sus padres y en caso de que uno de sus progenitores esté en un asilo de ancianos no lo digas, porque no dudarían en romper cualquier tipo de vínculo con usted por esta causa, que para ellos es execrable.
Las Mujeres:
Pocas mujeres trabajan fuera del hogar, pero el número va en aumento. Aunque las actividades de la madre pueden limitarse a las tareas del hogar y al cuidado de los niños, pueden ejercer una influencia considerable. En las casas musulmanas de zonas más atrasadas, las puertas de entrada a estas llevan directamente a una zona utilizada mayoritariamente por los hombres, por lo que es todavía posible entrar en las mismas y no ver nunca a una mujer, aunque es posible encontrar excepciones. Las mujeres que vayan de visita pueden ser directamente llevadas a las habitaciones de los hogares y no entrar en la sala donde están los hombres.
No es aconsejable preguntar sobre los miembros femeninos de la familia, ya que se considera como un signo de mala educación. Lo correcto es simplemente preguntar por la familia y no por la esposa.
Amistad
Un amigo para los occidentales es alguien que viene a formar parte de su vida y que le ayudará cuando lo necesite. Para un árabe, las cualidades implícitas de la amistad referida anteriormente las encuentra en un miembro de su familia.
A pesar de lo expresado precedentemente debemos tratar de cultivar una buena relación personal. Esta es una de las claves para establecer buenas relaciones de trabajo, debido a que ellos generalmente soslayan la necesidad de la misión, habilidades profesionales o cualquier otra característica cuando le toman aprecio.
Comidas y bebidas:
Ha ido desapareciendo poco a poco la antigua costumbre árabe de comer de los platos puestos en el suelo. Si uno es invitado a una comida así, es habitual sentarse con las piernas cruzadas y alrededor de la comida para utilizar posteriormente la mano derecha (es imperdonable utilizar la izquierda). Antes y después de la comida es una costumbre árabe lavarse las manos y esto puede, en algunas zonas, llevarse a cabo utilizando una simple jarra.
El Islam prohibe el consumo de alcohol, aunque muchos árabes sí lo hacen, deje al anfitrión hacer el primer gesto en esta dirección. Presentar bebidas alcohólicas puede interpretarse como una ofensa grave.
El honor
El honor en el mundo árabe es uno de los conceptos más importantes. Se protege y cuida dicho principio por encima de todo, incluso de la supervivencia. La crítica, así sea constructiva, puede amenazar o dañar su honor y puede tomarse como un insulto personal.
Vestimenta
El aspecto general es muy importante para ellos y parecen vestirse y actuar mucho más formalmente que los occidentales. Entre los árabes el estatus de una persona se basa en la apariencia que presenta ante el público. Muchos se visten formalmente para ir a trabajar, sin importar que sean administrativos u obreros. Los árabes piensan que los occidentales se visten de forma excesivamente despreocupada.
Protocolo
El protocolo es de suma importancia y sin importar su origen son extremadamente educados. No se sorprenda o moleste por la poca distancia que mantenga un árabe al conversar con usted, el espacio que ellos utilizan es de unos 30 centímetros, o menos en una conversación privada.
La mayor parte de las salas de recepción árabes (en general llamadas Majlis) tienen sus sillas colocadas a lo largo de las paredes mirando hacia el interior y el anfitrión se sienta en un extremo o al lado, las consideradas más importantes son las que están colocadas a ambos lados del anfitrión. A medida que entra gente importante en la sala, se les invita a sentarse en los mejores sitios y los que ya están sentados se trasladan a otros asientos para cederles los suyos. Siempre es un signo de educación para un visitante intentar sentarse en el asiento menos importante al fondo de la sala, pues inmediatamente se le invitará a sentarse en un mejor sitio. Al estar sentados en una sala, los árabes se levantan todos cuando entra un invitado.
En el mundo árabe, la importancia de la apariencia y de la educación se extiende al reino de la precisión. Cuando se formula una pregunta a un árabe que requiera un sí o un no como respuesta (tal como) ¿Entiende usted? la preocupación del árabe por las formas automáticamente requiere que conteste sí sea verdad o no. En el mundo árabe, un simple no es señal de que quiere cortar la relación. Cuando un árabe desea expresar no le dirá : veré lo que puedo hacer, indistintamente del grado de dificultad que eso conlleve. Después de requerir al árabe varias veces sobre algo, una respuesta como Estoy todavía en ello o algo similar significa realmente no.
Si intenta precipitar a un árabe lo tomará como un insulto, el ritmo rápido de la sociedad occidental no funciona. Ellos plantean sus objetivos a largo plazo, con la firme creencia de que el paso del tiempo les favorece.
El asiento derecho en un vehículo es considerado el asiento de honor y se debe invitar a un amigo a sentarse en el mismo. Si va de paseo por las calles el árabe se situará a la derecha. Denota mala educación el reclinarse hacia atrás en un asiento y reírse con la boca abierta, o hacer tonterías en público.
(El autor es docente en diplomados de la materia Diferencias Culturales Para Hacer Negocios).